Es muy posible que conozcas a alguna persona disléxica. Esta dificultad que afecta al aprendizaje de la lectura desde edades muy tempranas afecta a un 10% de la población infantil. Por ello, es probable que hayas compartido clase con personas que manifestaban este tipo de problema o que, ya en la vida adulta, hayas conocido a gente que mantiene algunas de las dificultades que acarrea la dislexia.
¿Cuáles son los síntomas de la dislexia?
Se diagnostica generalmente hacia el primer curso de educación primaria, momento en el que el niño debería haber superado los problemas normales de aprendizaje de la lectura. La dislexia se presenta como una dificultad en el descifrado de las palabras, en la comprensión del texto leído. El niño tenderá a hacer confusiones visuales entre las letras cuyos grafismos son parecidos, como 'm' y 'n', 'b' y 'd', así como confusiones auditivas, por ejemplo, 'a' y 'ua'.
Invertirá también las letras en las sílabas ('clo'/ 'por'/ 'col') o las sílabas en las palabras ('pesctáculo' en lugar de 'espectáculo'). También podrá omitir ciertas letras en las palabras o añadirá otras. Al no comprender lo que lee, el niño disléxico podrá experimentar un rechazo hacia la lectura.
Las personas disléxicas adultas a menudo tienen problemas de expresión oral, buscan sus palabras, tienen dificultad para formular y coordinar sus ideas. La lectura no es fluida y les supone realizar un verdadero esfuerzo. La mayoría de los disléxicos adultos también tiene problemas con la memoria inmediata, verbal o visual, o sufren un déficit de atención.
¿Cómo se detecta la dislexia?
Algunos de los signos que pueden llamar nuestra atención sobre si un niño padece dislexia son los siguientes:
- Con un año, el niño no dice ninguna palabra.
- Mezcla los sonidos en las palabras.
- Tiene dificultades para atarse los zapatos con 5 años.
- Dificultades de aprensión del espacio, diferenciar la izquierda y la derecha, abajo-arriba…
- Tiene dificultad para aprenderse las letras del alfabeto y recitarlo sin la ayuda de una canción.
- No logra coger correctamente el lápiz.
- A los 4 años, no logra encontrar palabras que rimen.
- Tiene dificultad para formular frases.
¿Cuáles son las causas de la dislexia?
No hay solo una causa claramente identificada, pero algunos de los últimos estudios realizados muestran que existe en la base un déficit cognitivo; el cerebro tiene dificultad para identificar los sonidos que deben relacionarse con la palabra para aprender a leer, de ahí las dificultades para descifrar y memorizar las palabras. Esto sería debido al mal desarrollo de ciertas áreas del cerebro.
Este problema podría tener factores genéticos, ya que el 70% de los disléxicos presentarían antecedentes familiares. Podría también ser agravado por la utilización de ciertos métodos pedagógicos como el método global o semiglobal, sin que se pueda establecer claramente una correlación. Por último, también pueden estar relacionados con la aparición de la dislexia trastornos relacionales y un entorno sociocultural desfavorecido, aunque esta posibilidad no está del todo clara, porque la dislexia afecta también a niños nacidos en medios favorecidos, sin problemas particulares.
¿Cómo se puede tratar este problema?
En este punto habría que diferenciar entre un niño y una persona adulta que padezca dislexia. En el caso de los niños, cuanto antes se diagnostique, más posibilidades habrá de tratarla correctamente y sin secuelas. La dislexia necesita una gran inversión por parte de los padres y por parte del equipo docente. Es importante revalorizar al niño, sin compararlo con los otros, para que recobre la confianza en sí mismo, insistiendo en todos sus progresos.
Para tratar la dislexia, hace falta un verdadero trabajo en equipo entre el sistema de educación, la salud escolar y la familia. El tratamiento pasa primero por algunas pruebas para precisar el diagnóstico, por si fuera necesario tratar un problema auditivo, neurológico, visual o familiar. A continuación, es necesario que un ortofonista lo trate para proceder a una reeducación del lenguaje. A veces, son necesarias algunas sesiones de psicoterapia de apoyo. En la escuela, junto con el equipo docente, puede ser necesaria una organización de los horarios que, incluso en algunos casos, puede requerir una escolaridad adaptada.
En el caso de que sea una persona adulta a la que queremos tratar, la dislexia puede mejorar con la ayuda de un ortofonista pero es cierto que los resultados se obtendrán con mayor lentitud si a una edad temprana no se ha hecho nada para mejorar la situación.
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