Si bien no tiene ningún sentido, lo cierto es que la inmensa mayoría de nosotras quiere cambiar ciertas cosas, pero sigue haciendo exactamente lo mismo, día a día, mes a mes, año a año… Seguimos con los mismos hábitos, las mismas rutinas, nos movemos dentro de nuestra zona de confort, que no es otra cosa que una zona de estancamiento. Tener propósitos y deseos de mejorar las cosas no solo es importante, sino que es la forma que tenemos los seres humanos de experimentar y crear el mundo. Puede ser mejorar la condición física, mejorar una relación, un trabajo más creativo o satisfactorio… Curiosamente, los propósitos de cada año suelen ser los mismos, y seguirán siendo propósitos repetidos y frustrantes si no tomamos una decisión de una vez por todas.
¿Se trata de falta de una falta de motivación, de creer que sólo con quejarnos se van a cambiar solas o ni siquiera nos lo planteamos y nos limitamos a vivir en “piloto automático”? Tal vez un poco de cada cosa… Así que, veamos cómo vencer estos obstáculos y hacer que este nuevo año sea, de verdad, uno nuevo.
1. Busca una motivación
Para poner en marcha cualquier propósito, es importante una buena dosis de motivación. Te sugiero que te hagas esta pregunta: ¿cómo será mi vida si sigo igual? Imagínate a ti misma dentro de un año, ¿cómo te sentirás? Luego, cierra los ojos e imagina que, por el contrario, has conseguido tu propósito. Haz un pequeño esfuerzo de imaginación y siente que ya es una realidad, deleitándote con los detalles: ¿cómo te sientes? ¿qué ves a tu alrededor? ¿qué te dice la gente? ¿qué te dices a ti misma? Haz este ejercicio de vez en cuando, prestando especial atención a los detalles que aparecen en esa imagen de ti victoriosa.
2. Deja de quejarte
La queja produce una vibración opuesta a lo que deseas conseguir. Normalmente, todos nuestros deseos tienen un objetivo: ¡sentirnos mejor!. Si recurres a la queja, a la culpa, si te enfocas en aquello que no quieres en vez de en aquello que quieres, no vas a conseguir salir de ahí nunca. Cada vez que te descubras quejándote, tómate un par de minutos para hacer el ejercicio anterior.
3. Toma consciencia
Sal del modo “piloto automático” siempre que puedas. No eres un robot. Eres una persona creativa y solo tomando consciencia de ello empezarás a cambiar las cosas. Aunque es cierto que hay cosas que no podemos cambiar, está en nuestra mano mucho más de lo que creemos. Dedica un rato cada día a estar contigo, a meditar, a prestar atención plena al momento presente, a tu respiración... Sal de las rutinas de tu mente y tu pensamiento condicionado y date cuenta de que estás viva, y tienes mucho que dar y recibir.
Date cuenta de esto: ¡eres muy grande! Mucho más grande que tus circunstancias. Si lo descubres, las circunstancias cambiarán solas.
¡Feliz Año Nuevo, amiga!
Artículo realizado por Úrsula Calvo Casas, creadora del método Yo ahora, instructora de meditación, experta en Inteligencia Emocional y fundadora del Úrsula Calvo Center (Madrid)
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