A priori las palabras “divorcio” y “positivo”, nos parecen completamente opuestas. Cuanto más dolidos estemos con las circunstancias que nos llevaron al final de nuestra historia de amor, más difícil será encontrar lo positivo en todo ello. Cuando las ilusiones se rompen, cuando el proyecto que teníamos fracasa, pasamos por momentos negros de introspección.
Sé que después de un gran fracaso es normal sentirse abrumado y tener miedo de volver a confiar en las personas o incluso en ti, o en la vida misma. Muchas personas se levantan por sus hijos, por su trabajo, pero no deberías levantarte por nadie, deberías hacerlo por ti, porque te mereces recomponerte y quererte bien.
Tips para afrontarlo de forma positiva
- Pon sobre la mesa todos tus asuntos económicos, intentad llegar a acuerdos si los dos trabajáis para que cada uno pueda aportar lo que necesita para empezar de nuevo sin ser un parásito para el otro. La venganza, la ira, la rabia deben quedarse fuera de la mesa de negociación, porque además de complicar las cosas y alargarlas en el tiempo, te hará dependiente de esa persona. Y eso es lo que precisamente debes evitar.
- Si no tienes hijos, es el momento de tomarse un tiempo en soledad y reconstruirte. Tanto si te han dejado como si has dejado tú, deja libre a la otra persona para que los dos podáis ser amados como os merecéis.
- Si tienes hijos, intenta, por el ejemplo que les debemos de dar, actuar con respeto hacia esa persona que es el padre o la madre de nuestros hijos. A veces es muy difícil porque llevarse bien con tu ex es cosa de los dos. A veces lo intentas y no es posible, pero no te preocupes: el tiempo pone a todas las personas en su sitio.
- Sé compasivo contigo mismo y perdónate. No puedes juzgarte hoy con las herramientas que tenías ayer. Todos aprendemos, no hay divorcios sin fallos por las dos partes, la lástima es el daño que hacemos sin querer mientras tanto.
- Sé honesto. Sé amable. Sé ejemplo. Porque los niños de hoy serán adultos mañana y verán lo rancio que fuiste o lo mal que te comportaste. Y ningún argumento te salvará, porque te convertiste en padre o en madre y deberías haber puesto ese amor por encima de cualquier problema con tu ex, por encima del dinero, por encima del trabajo, por encima de los malentendidos, por encima de tu orgullo.
Si tienes hijos...
Ser padre o madre está por encima de todo. Si fuiste un auténtico desastre, padre, madre, marido o esposa, explica a tus hijos con humildad que la inexperiencia te llevó al fracaso pero que has aprendido a hacerlo mejor. Aún estás a tiempo si lo has hecho o lo estás haciendo mal. Pide disculpas, aunque no tengas tú solo toda la culpa y demuestra que amas a tus hijos como deberías amarte a ti mismo. Porque el orgullo no sostendrá tu mano cuando te mueras.
Si eres madre o padre, haz lo que debas para ser un buen ejemplo para tus hijos. No mientas, no traiciones, no tires la toalla, no hagas daño al padre/ madre de tus hijos. Ten un concepto más elevado de lo que es el amor. Y si al final te vas, hazlo bien, con respeto. Y aunque duela, deja en libertad al otro para que pueda reconstruir su vida sin resentimiento. Ojalá todos aprendiéramos algo de tan amarga experiencia.
Y no pierdas la esperanza. La esperanza nos sostiene y nos da fortaleza al pensar, que se puede estar mejor, aunque eso implique, un divorcio y la variación en nuestros sueños afectivos. La esperanza nos permite sentir que en la vida aún nos espera algo importante, algo grande, algo que todavía no sabemos, pero llegará, y será un cambio trascendente para cada uno. Empieza comportándote como la buena persona que eres, aunque el otro te lo ponga difícil. Es vital que mantengas una actitud impecable. Aunque te parezca imposible, con el tiempo el divorcio se convertirá en algo que, aunque siempre duela, ha sido inevitable para seguir aprendiendo y creciendo en la aventura que es vivir.
Articulo elaborado en colaboración con Roser de Tienda, doctora quiropráctica con especialidad en salud de la mujer y los niños.
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