Seguro que si has ido a un restaurante vegetariano en los últimos meses te habrán ofrecido una tempura con apio o, si has pedido una ración de humus, estos tallos verdes estarían también entre la variedad de crudités con los que dippear en esta salsa que nos encanta. Y es que, ¿quién dijo que el apio debía limitarse a los caldos y purés? Sus posibilidades y beneficios son muchos así que, ¿por qué no comenzar a incluirlo como un habitual de tu dieta?
¿Sabes cómo limpiarlo? Se recomienda pelar cada una de las ramas para retirar las partes demasiado fibrosas y evitar hilos desagradables en la boca. Se cortan dependiendo de la receta que se vaya a elaborar.
Modos de cocinarlo. El tallo y el pie se comen crudos en ensaladas de apio rallado con salsa de mayonesa con ajo y mostaza. Asimismo, se puede añadir en otras ensaladas pero con cuidado, ya que su sabor picante y ligeramente amargo y puede destacar en exceso sobre el resto de los ingredientes. Si te decides por consumirlo en crudo, también puedes incorporarlo, como hemos dicho, a una tabla de crudités vegetales con los que dippear en hummus, salsa de yogur o guacamole.
Lo puedes incorporar como acompañamiento cortado en juliana sobre algunos de tus purés favoritos. Encaja a la perfección con la crema de zanahorias y la de calabacín. Nosotras también lo hemos probado como acompañante de la boloñesa que preparamos para nuestros zoodles. ¡Es una delicia!
Su olor es penetrante, amargo y ácido a la vez, con una sensación de frescura anisada y, por ello, resulta ideal para sopas, potajes, fondos de carne, cocidos, etc. Se trata, en definitiva, de un sabor intenso que no convence a todo el mundo. Por eso, te proponemos que lo cocines, ya que conseguirás un sabor mucho más suave. También puedes utilizar las hojas como hierba aromática para acompañar algún plato.
¡Ah! Y que no se te olvide incorporarlo a alguno de tus zumos o smoothies detox, ya que tiene muchos beneficios y combina a la perfección con las espinacas o la manzana, entre otros frutos.
Nuestras apuestas seguras son:
Como guarnición de carnes, aves, caza, pato, pescado
Como puré mezclado con patatas con una pizca de nuez moscada
Como crema con cáscara de naranja
Asado en el horno y aliñado con salsa de soja
En ensalada con una vinagreta de naranja
Confitado con un poco de miel
En caldo de carnes cocidas
Salteado en un wok con tallarines
¿Te convence a ti también este vegetal?
LETTER
Y además:
Esta es la guía definitiva para escoger un buen pan
Todo lo que necesitas saber sobre los aceite vegetales