Contenido elaborado por Levital
La receta que os proponemos hoy suele servirse antes de la comida a modo de aperitivo, y si hay algo que los caracteriza es que, una vez se ha probado el primero es difícil parar de comer. Hablamos de los grisines, un tipo de pan que suele servirse en forma de aperitivo y que en nuestro país conocemos como colines o picos, según en la zona de España en la que nos encontremos.
En la zona de Valencia y Castellón también encontramos las rosquilletas, que se diferencian principalmente por la cantidad de aceite que se emplea para su elaboración. Además suelen ir acompañados con semillas, trozos de frutos secos e incluso pepitas de chocolate. En este caso, hemos decidido preparar la receta de los grisines italianos. ¿Comenzamos?
Origen de los grisines italianos
Originarios de la ciudad de Turín, suelen servirse para acompañar las ensaladas o como complemento a un plato de fiambre o queso. Se caracterizan por su forma alargada y muy fina y por estar muy crujientes.
Cuenta la leyenda que los grisines nacieron como solución a los problemas de alimentación del duque de Saboya Víctor Amadeo II, allá por el año 1670. Al parecer, el duque sufría frecuentes gastroenteritis desde que nació y le costaba digerir los alimentos, entre ellos, la miga del pan. El médico Teobaldo Pecchio concluyó que el duque necesitaba comer alimentos ligeros que pudieran ser digeridos con facilidad. Por ello, le pidió al panadero Antonio Brunero que preparara un pan con menos miga. Éste lo que hizo fue tomar de base el pan tradicional de la época, la ghersa, y lo alargó de manera que quedase la menos miga posible.
En Italia es frecuente que los restaurantes los sirvan como parte del servicio de mesa. Lo mismo ocurre en Andalucía con los picos, que se ofrecen a los comensales antes de tomar la comanda. También es un producto muy frecuente en la gastronomía argentina.
Su elaboración consiste en una masa ligera de pan a la que se le añade aceite de oliva. Hoy en día la receta ha evolucionado y podemos encontrar grisines de sabores o aderezados con hierbas aromáticas como el orégano o el romero. De esta manera, se convierten en snacks que se pueden consumir ya no solo antes de la comida sino también para calmar el hambre a media mañana o en la hora de la merienda.
Tomad papel y lápiz y apuntad la receta, ¡veréis que es muy sencilla de preparar!
Cómo hacer paso a paso grisines italianos
Ingredientes:
- 300gr de harina de fuerza
- 180ml de agua tibia
- 20ml de aceite de oliva virgen extra
- 7gr de sal
- 15gr de levadura fresca Levital
- Semillas variadas (sésamo, amapola, pipas…)
Preparación de los grisines:
1. Comenzamos disolviendo la levadura fresca en el agua. A continuación, cogemos un recipiente amplio y echamos la harina, haciendo un agujero en el centro con nuestras manos a modo del volcán. Poco a poco, vamos incorporando al recipiente la levadura disuelta en el agua, el aceite y la sal a la vez que vamos mezclándolos con la ayuda de nuestras manos.
2. Con todos los ingredientes ya dentro del recipiente, comenzamos a mezclar hasta que queden completamente integrados. Después, seguimos amasando sobre una superficie lisa. Es probable que este proceso dure varios minutos ya que tenemos que obtener una masa compacta y homogénea.
3. Una vez hemos terminado de trabajar la masa, pintamos un bol con aceite y colocamos la masa para dejarla reposar hasta que doble el tamaño original.
4. Cuando la masa esté lista, esparcimos un poco de harina sobre la mesa o encimera en la que vayamos a trabajar. Vamos dividiendo la masa en diferentes porciones del mismo tamaño, aproximadamente, aplastándolas y alargando hasta que tengan forma de barrita larga. Es importante que el grosor sea lo más fino posible ya que durante el horneado aumentarán ligeramente de tamaño.
5. Con todos los grisines preparados, cogemos un pincel que mojaremos en agua y los pintamos de uno en uno o bien con un pulverizador de agua mojamos la superficie. Después, rebozamos cada uno de ellos en las semillas que hayamos elegido. También podemos optar por versiones más clásicas como la sal en escamas o aderezarlos con pimentón picante, romero… lo que más nos guste.
6. Colocamos los grisines sobre una bandeja de horno con papel vegetal y les dejamos reposar durante unos 25 minutos.
7. El siguiente paso será el del horneado. Lo primero de todo, será precalentar el horno a 200ºC. Cuando el horno esté bien caliente, bajamos ligeramente la temperatura a unos 175ºC y horneamos entre 15 y 20 minutos hasta que veamos los grisines están doraditos.
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