El pan Carasau o Carta di musica es un tipo de pan con forma de hoja muy fina, tan fina como una crêpe. Tradicionalmente se presenta en láminas circulares muy crujientes, de ahí el nombre de “carta de música” ya que recordaba a las partituras de los músicos, dobladas por los extremos. Sus ingredientes no pueden ser más básicos: harina, sal, agua fría y levadura fresca. Este pan de origen italiano, concretamente de la isla de Cerdeña, era el alimento de los pastores sardos ya que, al ser un pan seco, se conservaba muy bien durante las largas temporadas de pastoreo.
Aunque a priori pueda parecer complicado obtener la textura crujiente de este pan, el secreto de esta elaboración está en los tiempos de reposo, en el grosor de la masa y los tiempos de cocción. Es muy importante respetar todos estos pasos de la receta ya que la esencia de este pan es que quede muy fino y, sobre todo, crujiente.
Si no conocías el pan de Carasau, te presentamos un aliado para tus aperitivos y entrantes ya que es muy rápido de preparar. Se presenta tradicionalmente en finas láminas circulares, apiladas una encima de otra. Si lo queremos utilizar como solo como aperitivo, puede servirse con un poco de aceite de oliva, con tomate o con salsa pesto y parmesano. Su textura lo convierte en un pan ideal para acompañar sopas frías como el gazpacho, salmorejo o ajo blanco. También puede servirse con una capa de tomate rayado para acompañar una deliciosa tabla de embutidos. Suena irresistible, ¿verdad?
Pero si queremos ir un paso más allá, podemos hidratar de nuevo el pan con agua o caldo para que vuelva a ser maleable y darle una nueva forma sin que la masa llegue a romperse. Por ejemplo, puede servirse en forma de rollito, relleno de jamón y tomate o salmón y crema de queso; o darle forma de cono, volver a hornear hasta que recupere su textura crujiente y rellenarlo con cremas o salsas. De esta manera, podemos preparar una gran variedad de aperitivos fríos o calientes, con diferentes formas, perfectos para una cena o comida tipo coctel.
Con este pan también se prepara uno de los platos típicos de la isla italiana, el “Panne fratau”, una especie de lasaña preparada a base de capas de pan carasau, tomate y queso que se corona con un huevo escalfado en la última capa.
Como hemos comentado anteriormente, una de las grandes ventajas de este pan es que se conserva muy bien durante largas temporadas de tiempo por lo que si preparamos de más, podremos guardarlo y utilizarlo más adelante. Para que aguante bien debemos guardarlo en un lugar cerrado y oscuro.
Ingredientes del pan Carasau:
- 667gr harina de trigo
- 13 g sal
- 433 ml agua fría
- 13 g levadura fresca Levital
Preparación del pan Carasau:
Comenzamos mezclando todos los ingredientes en un recipiente grande. Echamos la harina, la sal, el agua y la levadura Levital, desmenuzándola con la ayuda de los dedos. Debemos mezclaros hasta obtener una masa lo más homogénea posible. Una vez tengamos nuestra masa lista, la dejamos reposar durante aproximadamente unos 90 minutos cubriendo el recipiente con un paño húmedo.
¡Importante! El tiempo de reposo, al igual que con cualquier masa de pan, siempre es aproximado. Dependerá fundamentalmente de la temperatura de y humedad de la habitación donde esté reposando la masa. Para saber que nuestra masa está lista, debe de haber aumentado de volumen considerablemente.
Cuando la masa haya doblado su tamaño, la estiramos lo máximo posible con la ayuda de un rodillo hasta dejar 1 milímetro de grosor. A continuación, la metemos en el horno durante 1 o 2 minutos. Después, sacamos el pan y lo cortamos por la mitad para volver a hornear las dos partes durante un minuto.
Pasado este minuto, sacamos del horno y ¡ya tenemos nuestro pan Carasau listo para comer!
Como hemos mencionado anteriormente, existe una receta que cuenta con el pan Carasau como verdadero protagonista. El “Pane frattau” que encierra la mayor parte de los sabores y aromas de la isla. Para prepararlo se necesitará el pan Carasau como base, caldo (de ternera o de verdura), salsa de tomate, queso parmesano y un huevo. Su elaboración es muy sencilla y el resultado es una especie de lasaña. Las rebanadas se ablandan en el caldo caliente durante unos segundos. Hay que tener especial cuidado y no dejarlas demasiado tiempo para evitar que se rompan o que queden demasiado blandas y pierdan su textura característica. Cuando estén listas las tortas, se colocan en un plato y cubrir con abundante salsa de tomate y queso parmesano. Se pondrán tantas capas de pan y tomate como queramos. Para terminar, se escalfa un huevo que se coloca sobre la última capa y ya tendríamos esta particular lasaña lista para comer.
Contenido elaborado en colaboración con Levital
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