Si eres fan de la repostería y te has dejado caer por los tablones de Pinterest últimamente, seguro que has visto unas cuantas de estas naked cakes. Sí, estas tartas de unos cuantos pisos, abundante crema y frutas estratégicamente colocadas para conseguir un efecto súper estético, son la revolución dulce que ha llegado con la primavera.
Para ir abriendo boca, no te pierdas esta recopilación de las más bonitas que hemos encontrado en Pinterest:
© Marisa M vía Pinterest
Las naked cakes se traducirían literalmente como tartas desnudas. El por qué de este nombre es bastante evidente: se colocan los diferentes pisos de bizcocho y se introduce la crema entre ellos pero no hay cobertura en la parte externa. De esta forma, se ve cada uno de los pisos de la tarta. A pesar de esa estética que nos puede hacer pensar en una tarta inacabada, lo cierto es que a las naked cakes no le falta detalle y eso las ha convertido, precisamente, en las reinas de bodas y ocasiones especiales varias. Su origen, cómo no, está en la repostería americana que tantos momentos de éxtasis dulce nos ha proporcionado.
¿Cómo se prepara una naked cake?
En primer lugar, tenemos que prestar atención al bizcocho. Tenemos que lograr una consistencia bien esponjosa y ligera para que no nos deje con sensación de pesadez. Para conseguirlo, es muy importante trabajar la masa y agregar abundante levadura. En función de las dimensiones que queramos para nuestro postre, podemos hacer uno solo y cortarlo con ayuda de una herramienta específica para tartas o hacer varios bizcochos que irán encajando uno encima de otro. Eso sí, deberás esperar a que el pastel haya alcanzado la temperatura ambiente para hacer los cortes convenientes.
El siguiente paso a seguir es decidir de qué vamos a rellenar cada uno de los pisos de nuestro pastel. Puede ser crema de chocolate, buttercream, mermelada de frutas, nata, merengue... ¡Todo está permitido! Para llevar a cabo esta parte del proceso, lo más recomendable es que escojas una base estable, coloques sobre ella una de las capas, la cubras con tu relleno con la ayuda de una manga pastelera y coloques encima (y con mucho cuidado) la siguiente parte del bizcocho. Así, hasta completar todas las alturas.
Una vez que hayamos cumplido esta parte vamos a coronar la tarta con más crema y la ayuda de una espátula. El último paso, será escoger las chucherías o frutas con los que la decoraremos. ¿Nuestra sugerencia? Los frutos rojos enteros siempre son una apuesta ganadora por su sabor y lo bonitos que quedan sobre la tarta. Otra de las opciones que puedes elegir si eres una verdadera cocinitas es crear rosas con fondant. Apuesta por los tonos pastel y el resultado será totalmente bucólico. Tu tarta parecerá recién salida de un cuento de hadas.
Unos últimos consejos
- Antes de ponerte manos a la obra visualiza tu tarta tal y como quieres que sea el resultado. Ten en cuenta los colores que escogerás, la altura, el relleno y la decoración. El resultado debe ser armónico y tan bonito que dé pena hincarle el diente. Si consigues crear esta sensación al mirarla, enhorabuena... ¡Tu tarta es perfecta!
- Algo muy importante es que no tengas ningún tipo de reparo a la hora de añadir buttercream, crema o cualquiera que sea tu relleno. El 'menos es más' lo dejaremos para nuestros outfits, aquí las grandes cantidades son siempre un punto a favor.
- Con el paso de los días, puede que el bizcocho que hemos utilizado se ponga duro y su textura se vuelva demasiado pastosa, así que nuestra recomendación es que disfrutes de la tarta lo antes posible. No parece difícil, ¿verdad?
Y por si ver estas tartas no te ha terminado de abrir el apetito, te invitamos a que hagas este test en el que descubrirás qué postre es tu alma gemela.
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