La importancia de la salud y de la belleza, ambas íntimamente relacionadas, radica en que las personas con mejor aspecto físico tienen unas redes sociales más tupidas, heterogéneas y diversificadas, lo que les permite tener mayores oportunidades de empleo y mejor movilidad social. Si se tiene en cuenta que uno de los únicos cánones de belleza perdurables en el tiempo ha sido la interpretación de que una sonrisa bonita es la que tiene unos dientes sanos (el 81% de los encuestados así lo afirma) se puede hacer una aproximación de la repercusión que tiene el cuidado de los dientes en las relaciones sociales y profesionales de las personas.
En el plano laboral, la belleza puede permitir tener más contactos profesionales, pero se ha observado otra perspectiva en la que una sonrisa bonita otorgaría una ventaja a sus poseedores. Según los datos arrojados por la encuesta, 9 de cada 10 encuestados creen que los entrevistadores en procesos de selección se fijan en la boca de los entrevistados.
Los tratamientos dentales no esenciales como pueden ser las correcciones y los blanqueamientos sólo están al alcance de las clases mejor situadas de la sociedad. “La salud dental permanece en nuestros días como uno de los más importantes marcadores de clase social que diferencia a los individuos y los estigmatiza. No es raro que el 73% de los encuestados por Philips Sonicare afirme que los dientes son, junto con el rostro, las partes de su cuerpo a las que más tiempo dedican.”
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