El coco (Coconut nucifera) es una exquisita fruta tropical de la que todo se aprovecha, no solo por su delicioso sabor, sino por sus múltiples propiedades terapéuticas para el cuidado de nuestro cuerpo y nuestra salud. Por todo ello, su aceite se ha convertido en un superalimento. Y es que de muy pocos productos se puede decir que luchen contra enfermedades como el Alzhéimer. Estamos seguros de que no conocías muchas de las bondades de esta fruta. ¿Quieres saber más sobre ella? Sigue leyendo.
No es una simple moda la que mantiene al aceite de coco en el pódium de los aceites más utilizados para el cuidado de la salud. Es probable que lo hayas utilizado en alguna ocasión para hidratar y reparar tu piel y cabello o que, incluso, cocines habitualmente con él. Pero seguramente no te hayan contado que el uso y consumo de aceite de coco tiene muchos más beneficios para tu salud de los que ya conoces. Aquí te los contamos.
Grasas saturadas pero muy beneficiosas para la salud
Puede parecer una contradicción, pero no lo es. Si bien es cierto que el aceite de coco es uno de los pocos aceites vegetales cuya composición contiene alrededor de un 90% de ácidos grasos saturados, es excepcionalmente beneficioso para la salud. ¿Por qué? Porque no se tratan de las mismas grasas saturadas que contienen otros alimentos como el queso o la carne. Y es que el coco contiene triglicéridos de cadena media y sustancias antisépticas fundamentales para mantenernos en forma.
En países como Tailandia, Filipinas o Malasia, el aceite de coco es un ingrediente básico de la alimentación e incluso se utiliza con fines terapéuticos. Y es que, gracias a sus propiedades, evita la caída del cabello y es muy útil para tratar quemaduras y heridas. Pero, ¿Cómo se produce?
Antiguamente el aceite de coco se obtenía de la fermentación de la leche fresca de coco, proceso que se sustituyó por la refinación, desodorización y blanqueamiento de la pulpa seca del fruto, denominada copra. Como resultado se obtenía un aceite con niveles mucho más elevados de ácidos grasos libres y, por ello, era un producto poco saludable.
Así, en la actualidad, el procedimiento consiste en la prensa de la pulpa de coco cuando está fresca y madura. Se lleva a cabo con medios naturales y mecánicos, sin la aplicación de calor y sin procesos de refinado químico. El resultado de esta técnica es un aceite de coco virgen, delicioso y muy saludable porque contiene las mismas vitaminas y minerales que el mismo fruto.
Propiedades y beneficios del aceite de coco
De estar catalogadas como perjudiciales, las grasas del aceite de coco pasaron a ser consideradas altamente beneficiosas por los efectos que tienen sobre nuestra salud. Y cada vez son más las evidencias científicas que apoyan esa redefinición. Y es que dentro de la categoría de grasas saturadas, no todas son perjudiciales. Este es el caso del aceite de coco.
Los ácidos grasos saturados que contiene son de cadena media –cuando se trata de aceite de coco virgen–, y precisamente por ello cumplen un importante papel en el cuidado de nuestra salud cardiovascular, el cerebro y el colesterol, ya que son capaces de mejorar los niveles lipídicos. En otras palabras, aumentan el colesterol bueno (HDL) y evitan que el malo (LD) alcance niveles perjudiciales.
Y sí. Efectivamente, la grasa del coco sirve para luchar contra enfermedades como el Alzhéimer. ¿De qué manera? Numerosos estudios han demostrado que las grasas de esta fruta son útiles para frenar el envejecimiento provocado por enfermedades neurodegenerativas, ya que sus grasas de cadena media compensan la disfunción mitocondrial cuando se metabolizan.
Pero no son estos los únicos motivos por los que te animamos a incluir este aceite en tu dieta. Las grasas del coco pasan directamente al intestino e hígado, es decir, no se acumulan. Al mismo tiempo, nos provocan la sensación de saciedad y aceleran nuestro metabolismo, motivo por el que este ingrediente se utiliza en numerosas dietas. Y es que, de nuevo, dado su cantidad de grasas de cadena media, el aceite de coco tiene propiedades termogénicas que facilitan la movilización y quema de las grasas.
Pero, además, tiene propiedades antivirales, antisépticas y antimicrobianas por su contenido en ácido láurico, cáprico, caprílico y los polifenoles. En la práctica, esto se traduce en que ayuda a tratar dolencias como la gastritis, las úlceras y el cáncer de estómago, así como las infecciones fúngicas, en este último caso, gracias, concretamente, a su contenido en ácido láurico, presente también en la leche materna.
Aceite de coco en cosmética y belleza
El aceite de coco es un excelente hidratante y reparador natural y por ello se utiliza en muchos productos cosméticos. ¿Por qué no utilizarlo también en su forma más pura? Aplicado en piel y pelo, sus ácidos ayudan a reparar tus células y protegerlas del efecto de agentes externos. Además, contiene vitamina E, un excelente antioxidante que previene el envejecimiento prematuro de las células.
Para reparar, lo más recomendable es utilizarlo como crema hidratante de noche y como mascarilla capilar después de la ducha. En pocos usos notarás como tu piel y pelo han recuperado la salud, la suavidad, el brillo y la luminosidad. Pero si quieres exprimir sus propiedades al máximo, te animamos a que lo utilices como bálsamo labial y como solución desmaquillante.
También puedes utilizar la grasa del coco para darte un masaje refrescante y revitalizante. Puedes utilizarlo tanto en el cuerpo como en el cuero cabelludo. Para hacerlo, aplica una cucharada de aceite con las manos sobre la zona sobre la que quieres darte el masaje y haz movimientos circulares hasta que tu piel y pelo lo absorban. Y si te animas, ¿por qué no un masaje en pareja?
¿Cómo puedes utilizar el aceite de coco en cocina?
El aceite de coco virgen es delicioso y muy versátil. Puedes utilizarlo en crudo para preparar batidos o salsas, pero también puedes utilizarlo para cocinar. Una de sus grandes ventajas es que su punto de oxidación es más elevado que el de otros acietes vegetales, por lo que mantendrá sus propiedades nutricionales en el resultado final. Además, es un excelente ingrediente en repostería y platos orientales. Eso sí. Cuando vayas al supermercado a comprarlo, asegúrate de que es orgánico, ecologico, virgen extra y no contiene ingredientes artificiales.
¿No sabes qué usos darle o en que recetas utilizarlo? Puedes preparar un wok de verduras –receta imprescindible en cualquier dieta–, preparar un postre saludable o añadir una cucharada en tus cafés y tés.
Coconut oil o aceite de coco: ¿cómo saber cuál es el mejor?
El aceite de coco presenta un 99,9% de ácidos grasos, de los cuales, el 91,9% son saturados. Su composición restante se divide en un 6,6% de ácidos grasos monoinsaturados y un 1,5% de ácidos grasos poliinsaturados. Dada esta composición, debes evitar consumir aceite de coco en forma de bollería industrial y grasas trans, presentes en los productos ultraprocesados.
En su lugar, lo ideal es que consumas este ingrediente en su forma más natural, en primer lugar, por el cuidado de su salud; después, por el cuidado del medio ambiente. Así, asegúrate de que se trata de un producto ecológico, es decir, que el proceso de producción es sostenible y respetuoso con el ecosistema. Lo más sencillo es que busques un aceite de coco virgen extra, lo que significa que no ha sido refinado ni blanqueado y, por tanto, conserva todas sus propiedades.
Recuerda: no es necesario que compres cremas y productos cosméticos que contengan aceite de coco como uno de sus ingredientes. En su lugar, puedes utilizar el mismo aceite que utilizas para cocinar como crema hidratante, como mascarilla para el cabello y como bálsamo de labios. Ahora que ya conoces todos los beneficios y cualidades que reúne el aceite de coco, ¿te animas a probarlo?
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