La equitación es un deporte diferente a otros en la medida que reúne dos entidades: el hombre y el caballo, el jinete y su montura. Uno no existe sin el otro y viceversa. El resultado es una disciplina que exige educación, un conocimiento perfecto del animal y un profundo respeto hacia él. De hecho, la relación que se suele crear entre el caballo y la persona es maravillosa.
Como ya adelantamos en el titular, una de las ventajas de este ejercicio es que tiene beneficios tanto a nivel físico, mejorando el cuerpo y sus habilidades, como a nivel psicológico, cumpliendo una función relajante y de incremento de la seguridad en uno mismo. De hecho, la equinoterapia resulta efectiva para el tratamiento de diferentes problemas de salud, tanto físicos como mentales. ¿Suena bien, no?
Las múltiples facetas de la equitación
Montar a caballo no es solo hacer deporte, es formar parte de un equipo, lo que confiere a dicha actividad una dimensión particular. Además, no se trata de una única disciplina sino de varias, entre las cuales destacan: la vestimenta, el tiro, la resistencia, el volteo, el salto de obstáculos, el horse-ball, el polo, etc.
Es decir, es un deporte que se puede contemplar como una auténtica disciplina a base de entrenamientos y competiciones, o como una afición puntual con paseos, circuitos al aire libre, etc.
Beneficios físicos de la equitación
Contrariamente a lo que se suele pensar, en equitación, la montura no lo hace todo. Montar a caballo exige un trabajo muscular muy importante a nivel de espalda y abdominales, sobre todo cuando se va en silla (paso, galope o trote sentado). Además, cuando se practica el trote de pie se refuerzan también los músculos de las piernas (muslos, pantorrillas, etc.) y los glúteos. Por otro lado, en equitación tradicional, sobre todo en la doma, se insiste mucho en el mantenimiento de la espalda y los hombros así como de una bonita postura del busto.
En cuanto a desgaste energético, este deporte también es bastante irregular. De paseo se quema poco porque el esfuerzo es mínimo. En recorrido de ejercicios con obstáculos y adiestramiento el trabajo muscular se intensifica y empieza a ser significativo: entre 350-600 kcal por hora.
Respecto a la disciplina acrobática la equitación refuerza también el sentido del equilibrio y favorece la coordinación motriz, que mejoran gracias a la necesidad de mantenerse firme sobre el caballo y dirigir los movimientos. Si se practica de forma regular y a largo plazo, permite muscular el corazón y desarrollar capacidades respiratorias. Por lo que es una muy buena actividad para mejorar la salud cardiovascular.
Beneficios de la equitación a nivel psicológico
Montar a caballo no es solo bueno para el cuerpo, sino también para la mente. Para empezar puede ayudarnos a superar los miedos, a saber gestionar los problemas, a coger confianza en uno mismo. Un caballo puede ser imprevisible y hay que aprender a gestionar todas las situaciones con mucha sangre fría.
Esta disciplina es una escuela de rigor que exige cualidades sólidas como la rectitud, la satisfacción por el esfuerzo y concentración, y que se practica al aire libre en contacto con la naturaleza. En definitiva, es una de las actividades que aporta más posibilidad de desconexión y relajación.
Tanto es así, que en muchos casos puede funcionar a modo de terapia o de complemento a esta. Esta vertiente de la equitación se denomina hipoterapia o terapia asistida ecuestre y es llevada a cabo por profesionales de la salud física y/o mental. Se ha demostrado que el ejercicio con caballos puede ayudar a la rehabilitación de niños, adolescentes y adultos a muchos niveles: psicológico, cognitivo, neuromuscular y social.
Consejos y precauciones a tener en cuenta antes de practicar equitación
Montar a caballo no es como salir a dar un paseo. Es una actividad que conlleva riesgos que no hay que pasar por alto. Aquí tienes algunos consejos:
- Toma clases: en la equitación no hay lugar para la improvisación. Los profesionales están para enseñarnos las buenas posturas, los gestos correctos y actitudes adecuadas para practicar sin riesgo.
- Calienta antes de montar a caballo: realiza algunos movimientos, trota corto y estira antes de montar en la silla.
- Renuncia a esta práctica si sufres de lumbalgia crónica o malformación vertebral, si estás embarazada, tienes alergia a los pelos de animal o si podrías sufrir osteoporosis.
- Ponte al día con las vacunas, sobre todo con la del tétanos.
- Es indispensable el uso de casco para protegerte si sufres una caída del caballo.
Para más información: www.rfhe.com
¿Has tomado nota de todos los beneficios de la equitación? Si quieres un deporte que suponga una mejora en tu calidad de vida a distintos niveles, ¡ya sabes! No obstante, elijas la hípica o cualquier otro deporte, es importante recordar que todos están cargados de virtudes para la salud. Así que si no lo practicas con regularidad, es momento de hacerlo. En la galería que puedes ver a continuación te damos los motivos (y el empujón) que necesitas para que forme parte de tu día a día.
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