Hace unos meses, Lena Fokina, una terapeuta rusa y gurú del yoga, nos dejaba heladas con un vídeo en el que aparecía zarandeando bebés y lazándolos por los aires. Según afirmaba ella, esta técnica es beneficiosa para los pequeños ya que les ayuda en su desarrollo físico y, aunque su teoría no está demostrada, parece que hay más gente dispuesta a llevarla a cabo. Es el caso de los dos hombres que aparecen en este vídeo que tanto nos ha impactado: ambos aparecen en la nieve, semidesnudos y practicando este tipo de yoga con dos bebés.
Aunque el vídeo está acompañado de una música alegre, lo cierto es que las imágenes no dejan de ser preocupantes. Estos dos supuestos instructores de yoga, emplean movimientos que sin duda son peligrosos para un niño tan pequeño y que logran mantenernos en vilo durante todo el vídeo.
Al final de la sesión, los bebés son sumergidos en agua helada, lo que hace que los pequeños se echen a llorar. Esta parte del ritual también la llevaba a cabo Lena Fokina, quien la bautizó como "el trauma del nacer", asegurando que con la inmersión se elimina cualquier angustia del bebé al verse desprotegido fuera del confortable vientre materno.
Cuesta creer que estas técnicas se lleven a cabo sin pararse a pensar ni un momento en la salud de los bebés. Puede que el yoga sea bueno para los adultos, pero dudamos mucho que estos movimientos tan peligrosos beneficien a un bebé, pues ni siquiera es consciente aún de su propio cuerpo ni ha desarrollado la psicomotricidad ni el equilibrio, por lo que podría sufrir algún daño.
El inventor de esta práctica fue Igor Charkovsky, un psicoterapeuta ruso que afirmaba que este yoga extremo podía curar problemas musculares y de huesos. ¿Qué opinas tú de esta técnica? ¿Someterías a tu hijo a ella?
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