Actualmente, un 23% de la sociedad adulta española es obesa y el 38% sufre sobrepeso. Entre este porcentaje preocupa especialmente el que se refiere a los niños, pues de cada 10 niños, dos tienen sobrepreso y uno obesidad. Estos son los datos que se han extraído del estudio sobre obesidad infantil titulado Initial approach to childhood obesity in Spain, publicado por la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad y de las enfermedades metabólicas (SECO).
El estrés, las prisas y el poco tiempo del que disponemos tanto para cuidar nuestra alimentación como la de nuestros hijos se han convertido en las principales causas por las que cada vez consumimos más comida rápida y poco elaborada nutricionalmente con una cantidad elevada de grasas saturadas y azúcares. Las consecuencias de una mala alimentación pueden ser en algunos casos irreversibles, pues podría derivar en diabetes o hipertensión arterial, entre otras enfermedades. Pero no te preocupes, ¡porque en la prevención está la solución!
¿Cuáles son las necesidades nutricionales de los niños?
Evitar las carencias nutricionales debe ser uno de los puntos fuertes en cualquier dieta alimenticia para un niño. Durante el primer año de vida su crecimiento es muy rápido, por lo que se recomienda la leche materna, que es uno de los alimentos que proporciona todos los aportes nutricionales necesarios y además, en las cantidades recomendables. Según van creciendo y desarrollándose debemos ir incluyendo todo tipo de alimentos a su dieta. Lo ideal y recomendado por los nutricionistas es realizar cinco comidas al día, para tener energía a lo largo de toda la jornada. Esto se hace aún más necesario en el caso de los más pequeños porque su desgaste energético es mucho mayor que el nuestro.
Para una buena nutrición de los niños...
Los lácteos son muy importantes. Lo recomendable es que consuman medio litro al día. Por otro lado, los cereales y el arroz, siempre bien cocido, pueden comerlo hasta tres veces por semana. Las verduras como la zanahoria, el tomate, las judías, los puerros, los calabacines... junto con las frutas son imprescindibles para su alimentación y deben ser incluidas en su dieta diaria hasta dos veces al día. El consumo semanal de carne y pescado varía en función de la edad del niño; siempre puedes añadir huevos en lugar de la carne o pescado para obtener proteínas e incluso intercalarlos a lo largo de las comidas que realice al día. Aunque tendemos a olvidarnos, el agua es uno de los pilares en su dieta para que siempre esté bien hidratado.
La importancia del desayuno
Todas las comidas del día son importantes, ¡pero el desayuno es imprescindible! Hace poco te mostramos la guía definitiva para el desayuno de los peques, en la que te dimos algunos ejemplos de menús. Y es que después de una noche de sueño, los niños necesitan energía para comenzar su jornada. En el desayuno no puede faltar la fruta, los lácteos y los cereales; todos ellos en cualquiera de sus variantes: pan, yogures, macedonias, batidos, zumos...
También puede admitir variantes como fiambres, galletas o huevos, pero siempre debemos saber cómo alternarlos. Hay que tener muy en cuenta que el aporte calórico de esta comida no debe ser inferior al 25% de su dieta para que su rendimiento sea el adecuado.
Niños diabéticos o celiacos
La alimentación de un niño diabético debe seguir las mismas pautas que la de un niño sin diabetes. Su ventaja: cualquier miembro de la familia se puede adaptar a la dieta puesto que es apta para cualquier persona. Debes compensar sus niveles de carbohidratos con la insulina, así como sus niveles de actividad para mantener equilibrado el azúcar en sangre, siempre bajo prescripción médica y una dieta supervisada por un experto.
En cuanto a los niños que padecen intolerancia al gluten, el cambio en su dieta debe ser progresivo. Es muy importante que aprendas cuál es el "protocolo de actuación" antes de una comida para enseñárselo a tu hijo y que lo tome como una rutina. Comprueba siempre los ingredientes cuando tome productos elaborados. En casa, elimina las harinas de trigo y el pan rallado normal, permanece alerta de cualquier producto nuevo que utilices a la hora de cocinar y presta siempre atención a los menús de los comedores escolares y restaurantes.
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