Erika y Stephen Jones ya sabían que el nacimiento de su segunda hija, Abigail, no iba a ser fácil. Al principio los médicos les confirmaron que la pequeña nacería con síndrome de Down, pero a los pocos meses la pareja se llevó un disgusto mayor: descubrieron que su bebé tenía un tumor en el hemisferio izquierdo del cerebro. Cuando nació, el neurocirujano les dio la mala noticia: se trata de un tumor tan agresivo que es imposible de extirpar, por lo que Abigail solo vivirá unos meses. A pesar de todo, sus padres han decidido seguir adelante con optimismo y darle a la pequeña todo el amor y el cariño que se merece. Para recordar siempre sus primeros días de vida, han realizado esta preciosa sesión fotográfica:
"Cuando nos enteramos de que tenía este tumor se nos rompió el corazón y se nos llenó la mente de preguntas y miedo a lo que estaba por venir. El neurocirujano nos recomendó llevarnos a Abigail a casa y darle todo nuestro amor”, explica Erika en una entrevista para ABC News. “Así que decidimos hacer eso, el pediatra nos ayudará en lo que está por venir, pero de momento hemos llenado a esta pequeña de amor y besos y seguiremos haciéndolo mientras la tengamos con nosotros”.
Para realizar esta sesión de fotos, la familia Jones contó con la colaboración de Mary, fotógrafa, madre y experta en terapia ocupacional pediátrica. Las imágenes transmiten naturalidad, amor y ternura, pero también captan la preocupación de unos padres que saben que no podrán disfrutar de su hija por mucho tiempo.
“No queremos perder a nuestra hija. Queremos verla reír, bailar, pelearse con su hermana, montar en bici, ir al cole… queremos ver su vida", explica Erica. "Pero lo más probable es que su vida se mida en semanas o meses, no en años”.
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