Con la llegada del verano, las dietas express toman protagonismo en la vida de muchas mujeres que quieren tener el cuerpo listo cuando llegue el momento de quitarse las capas de ropa acumuladas durante el invierno. Pero nada más lejos de la realidad, estas dietas exprés no son la mejor opción si hablamos de salud. En la mayoría de casos, se produce un efecto yoyó y, todo el peso que perdemos, lo recuperamos de forma inmediata. Incluso se puede llegar a ganar más peso por los cambios bruscos e irregularidades a las que sometemos nuestro cuerpo. Es por ello por lo que una buena alimentación puede hacerte bajar de peso de forma continuada y definitiva. Con alimentos como estos y nuestros consejos, ¡es posible!
“No debería haber operación bikini. Hay que llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio físico moderado de manera continua”. Así de tajante se muestra el equipo de nutricionistas IDECA, colaboradores de tuMédico.es.
Los expertos señalan la importancia de diferenciar entre alimentarse y nutrirse. Mientras muchas de estas dietas pueden llegar a saciarnos, la realidad es que puede existir un déficit o superávit de nutrientes, necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Además, “podemos perder kilos de masa muscular y no de grasa si no lo hacemos de forma adecuada, por ello es vital visitar a un nutricionista si queremos mejorar nuestros hábitos alimenticios”, aseveran los profesionales. Según ellos, una dieta saludable se caracteriza por “el balance adecuado entre los alimentos ingeridos y los nutrientes asimilados”.
Pero, ¿qué debemos tener en cuenta si queremos llevar una dieta equilibrada, prudente y saludable durante todo el año? A continuación te desvelamos las 7 claves para conseguirlo.
1. Fruta y verdura fresca
Y de cuantos más colores, mejor. Estos alimentos aportarán muchos minerales, vitaminas antioxidantes y fibra vegetal. Además, su alto contenido en agua permite mantener el cuerpo hidratado todo el día. Si esto fuera poco, tienen muy pocas calorías.
2. Agua. Cuanta más, mejor
El agua permite limpiar el organismo de impurezas, eliminar toxinas que se acumulan en nuestro cuerpo, mejora la función digestiva y ayuda a la absorción de nutrientes, entre muchos otros beneficios.
3. Carnes
La carne nos aporta proteínas, vitamina B 12, hierro y potasio. Debemos tener en cuenta que la carne no debe ser el pilar fundamental de nuestra dieta, pero si es muy saludable comerla de forma periódica. Las carnes magras como el pollo, el pavo o el conejo, gracias a su bajo contenido en grasas, son más saludables.
4. Pescado
Debemos comerlo un mínimo de 3 veces a la semana. El más recomendable es el pescado blanco, ya que contiene menos porcentaje de grasa y esa grasa es de mejor calidad. Algunas recomendaciones son el bacalao, la merluza o el lenguado. Aun así, no debemos renunciar al pescado azul que, aunque su porcentaje en grasa es superior, también son una mayor fuente de nutrientes y ácidos grasos.
5. Aliños
El aceite de oliva, por su alto porcentaje en grasa vegetal, es muy bueno para complementar nuestros platos. Además, favorece la absorción de minerales y vitaminas. Debemos limitar el consumo de salsas que tengan un alto contenido calórico.
6. Hidratos de carbono
Son los que te proporcionarán energía para no parar en todo el día. Sin estos alimentos, tu cuerpo no rinde igual y te sentirás cansado y apático. Tu mejor opción: las legumbres y los cereales integrales. Recomendados entre 5 y 8 raciones al día.
7. Las proteínas
La proteína también es muy importante para nuestro organismo, pero debemos priorizar las de alto valor biológico, ya que son más beneficiosas para el organismo. El huevo es su máximo representante.
Otras recomendaciones
Además de incluir todos estos alimentos en nuestra dieta de forma rutinaria, es muy importante saber repartir la ingesta de calorías durante el día. Aunque la decisión irá en función de nuestra actividad diaria, por lo general se recomienda hacer una ingesta superior de calorías por la mañana e ir disminuyendo el aporte calórico a medida que avanza el día. Las digestiones por la noche suelen ser más pesadas, puesto que nuestro metabolismo se ralentiza.
Otro truco a tener en cuenta es la forma de cocinar estos alimentos. Los expertos apuestan por cocinar al vapor, al horno, a la plancha, con un wok, hervido o, en el caso de frutas y verduras, ingerir los alimentos crudos.
Aunque “lograr una dieta adecuada es cada vez más complicado dadas las irregularidades de la vida cotidiana”, como dice el equipo de IDECA, debemos tratar de proporcionar a nuestro cuerpo todos los alimentos que necesita para su correcto funcionamiento.
Finalmente, la combinación de una alimentación variada y saludable con la práctica de algún tipo de deporte constituye la ecuación perfecta para llevar una vida sana.
Artículo elaborado en colaboración con tuMédico.es.
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