Se acerca la época navideña y con ella llegan las temidas comidas familiares, las cenas de empresa y los compromisos con los amigos. La comida se vuelve el centro de nuestra actividad social y parece imposible librarse de los excesos y los atracones. Es por eso por lo que tener unas nociones básicas de alimentación y seguir estos consejos te ayudará a no arrepentirte cuando pasen estas fechas...
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Según la bioquímica experta en nutrición deportiva de la Clínica NovaSalut y colaboradora de tuMédico.es, Nadine López, “las personas que más sufren la Navidad son las que deben acudir a más de cuatro comidas con amigos, familiares o compañeros de trabajo". Y esto, sinceramente, es algo que nos pasa a casi todos. Las consecuencias de comer demasiado, aparte de un inevitable incremente de peso, son los problemas gástricos como la acidez, el dolor de estómago, las molestias intestinales o la hinchazón, comenta la especialista.
Los alimentos que contienen más calorías y, por lo tanto, merecen especial atención durante los festejos, son los dulces y los alimentos grasos. Sin embargo, “en las comidas y cenas donde se está sentado en la mesa durante muchas horas, la suma de todo lo que comemos da como resultado un exceso importante de calorías, aunque los alimentos no sean muy energéticos”, advierte Nadine López.
Cada alimento tiene un aporte de kilocalorías diferente, como demostraba este experimento, por lo que, como ves en la galería, 200 Kcal suponen cantidades muy diferentes de comida. Y es por eso por lo que vamos a ayudarte a buscar el equilibrio...
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La especialista nos da 7 consejos para afrontar las comidas navideñas de forma saludable y conseguir no solo no engordar, sino también mantener nuestra salud intacta. ¡Toma nota!
1. Revisar el menú habitual con el propósito de hacerlo más saludable
Si los días que no tenemos comidas o cenas marcadas en la agenda controlamos más nuestro menú y lo hacemos más ligero, podremos compensar los posibles excesos navideños. Así, si nos hemos pasado comiendo carne y alimentos grasos, simplemente tenemos que enriquecer nuestra dieta con frutas y verduras para encontrarnos mejor y compensar dichos excesos.
2. Incorporar más platos de verduras como entrantes
Resulta refrescante comenzar con varios tipos de ensaladas con el objetivo de reducir la cantidad de alimentos grasos como quesos, fiambres o tartaletas, típicos de las comidas navideñas. Además, la ensalada es un plato que contiene mucha agua y nos va a dar mayor sensación de saciedad, evitando que comamos en exceso después. Aquí tienes una amplia selección de ensaladas del mundo. ¡Elige la que más te guste y prepárala de forma saludable!
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3. Preparar el marisco al vapor o hervido para hacerlo más saludable
Hay muchos platos propios de la Navidad, pero el marisco es el plato rey y la mejor forma de cocinarlo es al vapor o hervido. Aquí tienes unas cuantas recetas para prepararlo de forma deliciosa.
4. Servir el plato principal en su justa medida
Si servimos demasiada comida podemos vernos obligados a seguir comiendo para que no quede comida en la mesa. Lo ideal es servir raciones moderadas y no sobrepasarse. Divide entre tres la ración que pondrías normalmente de segundo plato en un día normal. A esas alturas de la comida, seguro que es más que suficiente.
5. ¡No olvidar la fruta!
Las frutas exóticas pueden ser el broche perfecto para las comidas o cenas navideñas. Aunque en la sobremesa tomemos algo dulce, lógicamente reduciremos la cantidad consumida si hemos tomado fruta previamente. Si quieres hacer algo original, prueba a hacer un delicioso zumo usando varias frutas...
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6. Muévete
Sal a dar una vuelta a ver las luces de Navidad, corre la San Silvestre o alguna otra carrera popular que haya por estas fechas o ves al gimnasio a quemar los excesos. No olvides que hacer deporte es fundamental para mantenerse en forma. Y además, si haces deporte podrás comer un poquito más sin sentirte culpable.
7. No te preocupes más de la cuenta
No debemos olvidar que Navidad sólo es una vez al año y si nuestra dieta es variada y equilibrada todo el año, no tenemos por qué renunciar a los turrones ni a los polvorones. Recuerda que todo es bueno en su justa medida. SI quieres quitarle un poco de hierro al asunto, ¡haz este test!
Artículo elaborado en colaboración con tuMédico.es
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