Aunque te parezca increíble, es posible adelgazar sin pasar hambre y sin tener que recurrir a estrictas dietas. Con este plan que te proponemos no harás menos comidas sino más, no desterrarás el pan de tu mesa sino que lo convertirás en un gran aliado, y no renunciarás a nada, porque aprenderás a identificar las bombas calóricas y a sustituirlas por alimentos igual de ricos, pero mucho más saludables. Y es que el motivo del aumento de peso es, muchas veces, el desconocimiento en materia de alimentación.
¡Toma nota de estos seis sencillos consejos y descubre cómo perder peso sin pasar hambre!
Di adiós a las dietas estrictas
Sí, has leído bien, para perder peso no es necesario seguir ningún régimen. La clave está en lo que comían nuestros abuelos. Pregúntales cuál era la base de su alimentación diaria y descubrirás que la dieta mediterránea tradicional era rica en verduras, fruta y pescado, y que con ella valía para estar sano. Sin embargo, la actual tiene un exceso de carne roja y de cereales refinados que van en contra de tu propósito de adelgazar y de cuidar tu salud. Los expertos consideran que siguiendo una dieta mediterránea equilibrada se puede perder peso sin necesidad de embarcarse en dietas milagro; eso sí, siempre que las cantidades sean moderadas.
Sustituye las "bombas calóricas" por alternativas saludables
¿Sabías que un cappuccino tiene 190 calorías y 10 gramos de grasa? Es una buena forma de comenzar el día, pero puedes sustituirlo por un café con leche normal o un café solo, que prácticamente no tiene calorías. Muchas veces descuidamos nuestras bebidas, cuando muchas de ellas engordan sin que nos demos cuenta. Algo parecido ocurre con los aliños y las salsas. Debes moderarte con ellos, y escoger con cuidado: en vez de aliñar tus ensaladas con salsa césar, házlo con aceite y vinagre; o en lugar de sucumbir a la mayonesa (300 calorías), decántate por el ketchup (80 calorías). La clave está en no renunciar, sino en elegir el alimento más saludable. Aquí puedes ver una lista de alimentos con menos de 50 calorías, ¡inclúyelos en tu alimentación!
Engaña al hambre
Nuestro organismo está programado para comer cada poco tiempo y evitar hipoglucemias. Cuando quieras perder peso, debes escuchar a tu cuerpo. Haz 5 comidas al día y, si es necesario, una sexta al acostarte (basta con un yogur o con un vaso de leche). De esta forma tu organismo se compensará y no te pedirá comida constantemente. Es importante que en los tentempiés de media mañana y de media tarde tomes alimentos que contengan el apetito y no que lo favorezcan. Prohibidos, por tanto, los dulces y los snacks salados. Son hidratos de carbono de absorción rápida que te provocarán sensación de hambre enseguida y te empujarán a comer de nuevo alimentos insanos y ¡con muchas calorías!
Hazte amiga del pan
Nunca lo hubieras imaginado, pero el pan, por su efecto saciante, es uno de tus mejores aliados en la tarea de adelgazar. No estamos hablando de comerte media barra, sino de tomar cantidades moderadas. Por ejemplo, a media mañana, hazte un mini bocata con 50 gramos de pan (mejor si es integral) relleno con una loncha de pavo, jamón, queso magro o atún sin aceite. En la comida y en la cena también puedes tomar 40 gramos de pan para acompañar. Son carbohidratos de asimilación lenta que te saciarán más que cualquier otro alimento. Como ves, es posible hacer dieta sin pasar hambre.
Elige una actividad física quemagrasas
Para adelgazar tienes que fijarte dos objetivos: cuidar tu alimentación y hacer ejercicio físico (al menos durante 30 minutos por sesión, ya que es a partir de ese umbral cuando se empiezan a quemar las calorías de reserva). Pero no te engañes; no todos los deportes sirven igual para este propósito. Ya que vas a hacer el esfuerzo por moverte, que sea de una forma eficiente. El crossfit, la natación, la zumba o la bicicleta son algunas de las actividades que te recomendamos, pero hay muchos más.
Modifica tus hábitos
Acostúmbrate a empezar el día con un buen desayuno, pues es la base para no estar todo el día hambrienta. Prueba con una taza de café con leche y una tostada de pan integral, además de una pieza de fruta. También debes adecuar tus horarios a lo que te pida el cuerpo. Generalmente, el organismo trabaja mejor cuando se almuerza a las 13:00 y se cena a las 20:00. Otro hábito que debes abandonar es el de beber alcohol, ya que este inhibe la descomposición de la grasa y aumenta la ansiedad, lo que te puede llevar a comer más. No decimos que ya no puedas disfrutar de unas copas, pero resérvalas para ocasiones especiales.
¿Has tomado nota? Desde aquí te animamos a que pongas en práctica estos consejos y logres tu objetivo. No es necesario pasarlo mal para alcanzar un peso saludable. ¡Adelgaza sin pasar hambre!
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