1. Elige los vuelos y el alojamiento con tiempo
Planificar un viaje con antelación es una de las cosas que más dinero te va a ayudar a ahorrar. Cuanto más cerca esté la fecha de tu viaje del momento en que cojas los billetes y el alojamiento, menos probabilidades tienes de encontrar una buena oferta, además de que las opciones se limitan mucho porque casi todo estará ya cogido.
Para los vuelos, la mejor opción es visitar sites que comparen precios de diferentes compañías, y así ver de un solo golpe todas las opciones a nuestro alcance.
En cuanto al alojamiento nuestra recomendación es que hagas uso de plataformas como la de Booking.com. Allí puedes encontrar todo tipo de alojamientos (hasta los más originales) en cualquier parte del mundo y además tienes unos filtros de búsqueda muy específicos, por lo que podrás personalizar tus preferencias al máximo para encontrar justo lo que estás buscando y que no se salga de tu presupusto.
2. Evita viajar en viernes y domingos
Seguramente esto es algo que ya sepas, pero los billetes más caros siempre son los que son para viajar en viernes y/o volver en domingo. Por eso, es mejor que cojas unos días más de vacaciones y viajes en días más "inusuales" como un miércoles o un jueves. Para algunos destinos la diferencia es abismal, y si tu medio de transporte es el tren seguro que encuentras ofertas para viajar entre semana.
3. Navegar de incógnito, un imprescindible
¿Alguna vez te ha pasado que has mirado un vuelo, tenía un precio y al ir a comprarlo de verdad estaba mucho más caro? Eso es porque todo lo que hacemos en internet deja una huella (las famosas cookies) y las compañias de aerolíneas ya conocen tu comportamiento y los destinos que estás barajando, y por lo tanto se aprovechan para añadir unos euros a los billetes y así sacar más beneficio.
¿La solución? ¡Navegar de incógnito! Así los precios de tus billetes no cambiarán y podrás pagar el dinero que valen sin extras.
4. No vayas a restaurantes en las zonas más turísticas
Ya que pasarás gran parte de tu tiempo en las zonas más turísticas, lo normal es que tengas la tentación de hacer las paradas para comer en esas zonas. Sin embargo, merece la pena que callejees un poco y te alejes de los barrios más concurridos, ya que la diferencia de precio del menú puede ser abismal. Ahorrando cada día unos euros en comida y cena, al final del viaje notarás la diferencia.
5. Los free tour, tus mejores amigos
Cuando viajas a un destino nuevo, no hay nada como hacer un tour de la ciudad para empaparte bien de su historia y comprender lo que hay detrás de cada monumento o edificio emblemático. Sin embargo, este tipo de actividades no suelen salir baratas, a menos que optes por el free tour.
Se trata de un tour que normalmente tiene una duración aproximada de 3 horas, que se hace a pie, en grupo y en el idioma que elijas, y en el que recorres las zonas más céntricas y turísiticas de la ciudad. Una vez finalizado el tour, cada persona da la voluntad al guía en función de lo que le haya gustado el tour, así que no tienes un precio fijo, sino que tú decides lo que quieres gastar.
Suelen salir a una hora fija cada día, así que lo mejor es que consultes en internet si tienes opciones de free tour en tu destino y de dónde y a qué hora salen.
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