Probablemente la cocina sea el espacio de nuestra casa en el que menos invertimos en decoración. Obviamente se trata de una estancia en la que la funcionalidad predomina por encima del estilo decorativo: con la falta de tiempo, solemos entrar en ella para cocinar y punto. Pero para que una cocina pueda ser funcional, su espacio debe estar bien aprovechado. En ocasiones solemos caer en errores bastante comunes que convierten a nuestra cocina en un lugar más pequeño (aunque no lo sea en realidad), poco práctico, abarrotado y nada armonioso. Aquí tienes siete de los más comunes y una solución para evitar cada uno de ellos. Pero antes, echa un vistazo a este vídeo que puede ayudarte a mantenerla ordenada.
1. Colores oscuros
Aunque los colores oscuros aportan sin duda elegancia a cualquier estancia, si abusamos de ellos podemos conseguir un efecto nada favorecedor. Si decides pintar las paredes de tu cocina de un color oscuro, opta entonces por un mobiliario claro. Y al revés: como puedes ver en nuestra galería de imágenes, si escoges muebles de color negro, intenta combinarlos con otros claros y pintar las paredes de un un tono diferente que aporte luminosidad.
2. Prescindir de almacenaje
Sin duda el mayor error que podemos cometer. Una cocina abarrotada de utensilios y desordenada puede parecer muchísimo más pequeña (y agobiante) de lo que es en realidad. Por eso es imprescindible tener en cuenta algunos consejos básicos de organización:
- Utiliza bien los cajones: dentro de ellos puedes meter diferentes organizadores para guardar por separado cada utensilio. En tiendas como Ikea puedes encontrar organizadores para cubiertos o prácticas cajas con asas para guardar en ellas comida u objetos pequeños (abridores, sacacorchos...). Ambos te ayudarán a tener siempre a mano todo lo que necesitas.
- Aprovecha la verticalidad: la falta de espacio no es una excusa para tener la cocina abarrotada. ¿No te cabe todo en los armarios o cajones? ¡Aprovecha las paredes! Puedes colgar barras con cubos o colocar baldas en las que guardar cuencos, platos, las paletas de cocina, las especias...
- Botes y tarros de cristal: esenciales para conservar los alimentos en buen estado y para mantener una cocina siempre ordenada. Además pueden ayudarnos a ahorrar espacio tanto dentro como fuera de la nevera, pues siempre podremos apilarlos.
3. Falta de iluminación
Es fundamental que la cocina cuente con una ventana (como mínimo) por la que pase la luz natural. Para favorecer su paso evita colocar cortinas y deja la ventana al descubierto. O, si prefieres mayor intimidad, puedes optar por un estor de color claro que deje pasar la luz. En cuanto a la iluminación artificial, además de la lámpara del techo, también puedes colocar luces LED debajo de los muebles que hay sobre las encimeras, así podrás trabajar mejor.
4. Acumular utensilios en las encimeras
Lo solemos hacer para tener todo "más a mano", pero es un gran error. ¿Qué sentido tiene dejar sobre la encimera accesorios como la batidora, la sandwichera o la plancha? Si no los vas a usar, guárdalos. No solo evitarás que cojan polvo, también que ocupen más espacio del necesario en tu cocina.
5. Muebles toscos o con salientes
Para dar a la cocina una sensación de armonía y amplitud, lo ideal es decantarnos por muebles de líneas rectas. Evita aquellos muebles opacos o con salientes y decántate por baldas, barras o carritos con cestas para guardar en ellos los diferentes utensilios. En cuanto a los armarios, te recomendamos que tengan partes de cristal (como las puertas) para fomentar la sensación de amplitud.
6. Ausencia de office
Las cocinas pequeñas también pueden disponer de un office. De hecho, uno de los errores más comunes en decoración y diseño de cocinas es no aprovechar bien los espacios. Si colocamos una barra y un par de taburetes o sillas altas, además de ganar en armonía, también obtendremos un pequeño office donde sentarnos a desayunar, comer o cenar sin necesidad de utilizar siempre el salón o el comedor.
7. Dejar el cubo de basura a la vista
Algo que muchos hacemos por un motivo común: solemos escoger el cubo de basura sin tener en cuenta sus medidas y después descubrimos que no cabe dentro de ningún armario, por lo que no nos queda más remedio que dejarlo fuera, a la vista. Esto no solo resulta poco higiénico, sino que también ocupa más espacio del necesario en nuestra cocina. Para evitarlo hazte con diferentes cubos de reciclaje y apílalos dentro de algún armario o cajón extraíble.
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