Imagina cuánto tiempo (y luz) ahorraríamos si, al abrir el frigorífico, diésemos a la primera con los alimentos que buscamos, sin tener que mantener abierta la puerta mientras sorteamos las abarrotadas baldas. Hoy en día pasamos en la cocina el tiempo justo y necesario, pues con el trabajo, las prisas y todos los planes que tenemos a diario no podemos permitirnos invertir más minutos de los necesarios en cocinar. Para optimizar el tiempo no hay nada como una cocina en orden, armoniosa, donde podamos encontrar todo a la primera.
Pero este orden no solo debe estar presente por fuera, sino también por dentro. El frigorífico es una parte imprescindible en cualquier cocina y, sin duda, uno de los electrodomésticos que más utilizamos diariamente. Si crees que ha llegado la hora de reorganizarlo, has llegado al lugar adecuado. Con estas sencillas ideas no solo aprenderás a mantener un frigorífico siempre ordenado, también a conservar mejor los alimentos, pues el lugar en el que los coloques tiene mucho que ver.
1. Utiliza botes y tarros de cristal
De esta manera podrás ver siempre qué contienen en su interior. En ellos puedes guardar tanto las sobras de la comida del día anterior, como tus propias recetas (por ejemplo, una mermelada casera, un paté de verduras, hummus...), o alimentos como verduras y hortalizas. Eso sí, date cuenta que estos últimos (los brotes para la ensalada, los calabacines, las berenjenas, etc) no están preparados para soportar temperaturas muy frías. Por eso, lo ideal es guardarlos dentro de los cajones o en la balda de abajo del frigorífico, pues son algunas de las partes menos frías. En tiendas como Ikea puedes encontrar múltiples tarros de cristal con los que mantener siempre el orden.
2.Carnes y pescados crudos siempre en la zona más fría
Como sabes, estos alimentos son especialmente sensibles, así que no tardes mucho en cocinarlos. Puedes mantener la carne y el pescado más frescos si los conservas en la última balda del frigorífico, ya que se trata de la parte más fría de la nevera. Si no vas a cocinarlos, utiliza entonces bolsas de congelación, aquellas de plástico con cierre hermético, pues así podrás guardarlas en el congelador, cada producto por separado, y lo mantendrás también organizado.
3. Las botellas, preferiblemente, en la puerta
Precisamente porque la puerta es la parte menos fría del frigorífico, es ahí donde deben ir los alimentos que no necesiten temperaturas demasiado bajas para mantenerse. Por ejemplo, puedes poner en esta parte de la nevera los zumos, la leche, los refrescos, las salsas, la mantequilla... Si el espacio de tu puerta te lo permite, puedes hacerte con un contenedor extraíble en el que guardar cada botella en sus diferentes compartimentos.
4. Guarda las latas en cajas
No solo podemos aprovechar los botes como almacenaje: en Ikea podemos encontrar infinitas soluciones para guardar los diferentes productos. ¿Una idea para que reine el orden en tu frigorífico? Hazte con una caja con asas para colocar en ella las latas de refresco o cerveza. De esta manera no estarán desperdigadas por las diferentes baldas. En estas cestas también puedes guardar otros muchos productos, como el queso, los yogures o los bricks pequeños de zumo, ¡así los tendrás siempre localizados!
5. Bandejas de cubiertos: ideales para organizar
¿Creías que estas prácticas bandejas solo podían servir para organizar los cubiertos? ¡Te equivocas! Podemos aprovechar la forma alargada de sus compartimentos para guardar en ellos diferentes alimentos, como las zanahorias, por ejemplo. Si organizamos bien cada balda de nuestro frigorífico y empleamos tarros, botes y cajas para hacerlo, no solo resultará más fácil encontrar lo que buscamos, también estaremos dejando que haya espacio suficiente entre todos los productos (la clave es no acumular, ¡recuérdalo!), por lo que podrá pasar la corriente de refrigeración sin problemas.
LETTER
Y además:
7 errores de decoración que hacen que tu cocina parezca más pequeña
5 trucos para hacer que tu cocina parezca más amplia