Solemos pasar gran parte de nuestro tiempo libre tiempo dentro de casa, por lo que el hecho de que esté limpia cobra gran importancia. Nuestra casa es un lugar de comunicación y de vida. Y gracias a las nuevas tecnologías (ordenadores, Tablets, Netflix…) cada vez pasamos más tiempo en ella. De ahí, que sea necesario prestar más atención a su limpieza. Reforzar las medidas de higiene y desinfección te permitirá reducir la contaminación en puntos clave de tu casa: desde la tapa del WC a la alfombra o las toallas.
En este tipo de entornos, más o menos expuestos, es donde se desarrollan las bacterias. Estas son organismos vivos minúsculos e invisibles a simple vista que están prácticamente por todas partes: en el aire, en el suelo, en la ropa, en la piel… Aunque algunas de estas bacterias son imprescindibles para la vida (como las que se encuentran en el intestino y nos ayudan a hacer la digestión o las que se utilizan en la fabricación de alimentos como los yogures), hay otras muchas, a las que suele denominarse “patógenos”, que pueden producir enfermedades con repercusiones para nuestro organismo.
Por esta razón, vamos a darte algunos trucos para mantener tu casa libre de bacterias, ¡apunta!
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1. Mantener la higiene en el cuarto de baño
El entorno cálido y húmedo del cuarto de baño favorece la propagación de bacterias. El lavabo es el lugar en el que encontramos mayor cantidad de ellas, dado que estas proliferan en los desagües. El plato de ducha o la bañera tampoco se salvan, ya que el agua jabonosa, llena de bacterias corporales, se va depositando en finas capas sobre su superficie y también sobre la cortina de la ducha. Lo mismo ocurre con las toallas, que permanecen húmedas durante mucho tiempo, convirtiéndose en el sitio ideal para que se multipliquen las bacterias.
Consejos y trucos:
- El vinagre es uno de los más temibles enemigos de las bacterias. Pasa un trapo limpio e impregnado de vinagre por todas las superficies del cuarto de baño y vierte un poco en las tuberías.
- Utiliza una toalla distinta para cada miembro de la familia y para cada parte del cuerpo (cara, manos y pies). Los gérmenes necesitan un entorno húmedo y sucio, así que mantén el baño limpio y aireado.
- Coloca los cepillos de dientes en un lugar exclusivo para ellos. Sustitúyelos por otros nuevos cada tres meses y no los compartas con nadie.
- Limpia con frecuencia los grifos, tiradores de las puertas y demás superficies que toques a menudo con las manos.- Lávate las manos con agua caliente y jabón durante quince segundos con la mayor frecuencia posible.- Evita poner moqueta en el suelo del baño.
- Limpia diariamente el inodoro con un producto específico que limite la proliferación de bacterias. Si tienes hijos, haz lo mismo con el orinal.
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2. La cocina
En la cocina podemos encontrar tanto elementos donde se acumulan las bacterias (el fregadero, el escurreplatos, etc.) como elementos que las diseminan (esponjas, bayetas, trapos, etc.). Y todos ellos son utilizados por todos los miembros de la familia de forma habitual. Asimismo, también hay ciertos sitios clave que están en contacto con las manos o con los alimentos y que acumulan todo tipo de gérmenes, como, por ejemplo la tabla de cocina, la encimera, el frigorífico y los utensilios de cocina, aunque también podemos encontrar bacterias en otro tipo de superficies, como en el suelo, en los muebles, etc.
Consejos y trucos:
- Lava las bayetas en la lavadora con bastante regularidad.
- Procura que la encimera esté limpia antes de preparar los alimentos sobre ella.
- Separa la carne, las aves de corral y el marisco crudo del resto de alimentos dentro del frigorífico.
- Si han quedado sobras de comida, distribúyelas en pequeños recipientes para que se enfríen rápidamente. Lo ideal sería guardar la comida en tarros de cristal en lugar de hacerlo en los de plástico.
- No llenes demasiado el frigorífico. El aire debe circular libremente para que los alimentos se conserven bien.
- Cambia de esponja y de trapos de cocina con la mayor frecuencia posible. Y, siempre que puedas, utiliza papel de cocina. El sistema más eficaz para limpiar una esponja es meterla en el microondas durante 3 minutos, pues el calor ayuda a "matar" las bacterias.
- Aplica un spray desinfectante a menudo sobre las superficies más propicias a desarrollar microbios (como el fregadero, el cubo de la basura y los tiradores de las puertas).
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Limpieza del dormitorio
La moqueta, las sábanas y los tejidos en general pueden contener bacterias. Aunque no debemos obsesionarnos demasiados, sí conviene mantener un mínimo de higiene en nuestro dormitorio, pues es el lugar en el que más horas pasamos al día. Especialmente en lo que respecta a la cama, en cuyo colchón habitan diferentes microorganismos.
Consejos y trucos:
- Limpia el teclado de ordenador regularmente con un aerosol de aire comprimido.
- Lávate las manos con jabón o gel hidroalcohólico con frecuencia durante quince segundos.
- Limpia regularmente los interruptores y los tiradores de las puertas con un paño suave y una solución desinfectante.
- Cambia el agua de las plantas con regularidad.
- Ventila la habitación.
- Lava las sábanas y la ropa de cama con frecuencia. Lo aconsejable es cambiar las sábanas entre una o dos veces por semana.
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