La retención de líquidos es un problema bastante generalizado en las mujeres, debido principalmente a la mala comprensión circulatoria y muchas veces relacionado con cambios hormonales (como el síndrome premenstrual o el embarazo), con la mala alimentación, el sedentarismo o por la toma de algunos medicamentos.
Sabrás reconocerla por síntomas como hinchazón de las extremidades, sensación de pesadez general, cansancio, fatiga e, incluso, aumento de peso. Además, suele aparecer acompañada de la temida celulitis o piel de naranja.
Como las causas de este problema son diversas, lo mejor para hacerle frente es la combinación de las opciones que te proponemos a continuación. ¡Toma nota!
Apuesta por una alimentación saludable
Seguro que has escuchado que lo mejor para evitar la retención de líquidos es reducir el consumo de sal. Es así, pero más que preocuparte por la sal que echas tú misma a tus comidas, deberías fijarte en el consumo de sal que proviene de los ultraprocesados y que puede que desconozcas. Nos referimos a las patatas fritas, los precocinados, la carne procesada... La lista es larga y en ellos encontrarás a tus verdaderos enemigos, pues suelen contener un exceso de sal y otros ingredientes perjudiciales tanto para la retención de líquidos como para la salud en general. Nos referimos al azúcar, a las harinas refinadas, los aceites de baja calidad y otros aditivos presentes en productos como las galletas, la bollería o los refrescos. Lo mejor es reducir su consumo al máximo.
¿Entonces, qué como? Como consejo general, lo más importante es basar la alimentación en comida no procesada, es decir, verduras, frutas, legumbres, frutos secos al natural, pescado, carne... En la actualidad este tipo de alimentación se llama realfood, un movimiento creado por el dietista-nutricionista Carlos Ríos, al que te recomendamos que sigas en redes sociales para descubrir más. Tranquila, no es una dieta complicada, se trata de comer alimentos saludables, esos que seguro abundaban en la dieta de tus abuelos.
Además, para evitar la retención de líquidos también es recomendable beber bastante agua y apostar por alimentos ricos en potasio como el plátano. Los alimentos diuréticos y drenantes, como el té verde, la piña, la sandía, el apio o los espárragos, también pueden ayudar. Como ves, no se trata de estar a dieta, sino de llevar una alimentación sana la mayor parte del tiempo. Y sí, puedes hacer platos realmente ricos sin necesidad de ultraprocesados. ¡Tu organismo te lo agradecerá!
Ejercicio físico
Es importante realizar ejercicio de forma habitual. El simple hecho de caminar a buen ritmo sería una buena opción. También es recomendable no permanecer mucho tiempo de pie o sentado en la misma postura, para evitar la acumulación de líquidos en las extremidades y facilitar la circulación.
Con tan solo media hora de ejercicio al día (como mínimo, lo ideal es hacer al menos media hora más) puedes reducir en un mínimo los signos de celulitis. Ten en cuenta que esta se acumula con más frecuencia en piernas y glúteos, por tanto es importante que hagas hincapié en ambas zonas.
¿No sabes por dónde empezar? Hay muchísimas opciones: caminar, bailar, nadar, practicar algún deporte de equipo, ir al gym... Lo mejor es que elijas una actividad física que te guste para que así seas mucho más constante. Además, te dejamos una galería con ejercicios sencillos que puedes hacer dónde y cuándo quieras. ¡Ponte en marcha!
Tratamientos de belleza que te pueden ayudar
Si la retención de líquidos aparece acompañada de celulitis y grasa localizada, aparte de cuidar la alimentación y evitar llevar una vida sedentaria, existen algunos tratamientos médico estéticos que pueden ayudarnos con este problema de forma externa.
Las cremas anticelulíticas suelen ser la opción favorita de la mayoría de mujeres para reducir la piel de naranja por ser accesibles y de fácil aplicación. Eso sí, es importante que seas constante y que elijas productos de calidad de marcas reconocidas en el mercado.
Por otro lado, los drenajes linfáticos, están muy recomendados en mujeres embarazadas. Se trata de masajes suaves que favorecen la mejora de la circulación y evitan que la linfa se acumule, reduciendo así la retención de líquidos.
La presoterapia, por su parte, es un drenaje linfático mecánico realizado con una máquina de aire pulsado que hincha de forma progresiva y ascendente un par de botas, que cubren desde los pies hasta el muslo. Así, se activa la circulación venosa y linfática.
Como has visto, se trata de eliminar malos hábitos y apostar por otros más saludables. Por supuesto, no es necesario que los hagas todos de golpe, sino de que los cambies poco a poco para que así sea más sencillo adaptarte. Al hacerlo así, conseguirás resultados a largo plazo y no solo de cara a verano.
Además, si te resulta complicado, te animamos a que acudas a un dietista-nutricionista que pueda asesorarte de forma profesional para seguir una dieta nutritiva y específica para tus necesidades. Respecto al ejercicio, también es muy recomendable contar con un entrenador que supervise tus ejercicios, sobre todo si no sueles realizar deporte de forma habitual.
Sea como sea, lo importante es empezar. Así que, ¡olvida las excusas y ponte en marcha para acabar con la retención de líquidos!
LETTER
Y además:
Mitos y verdades sobre la celulitis
LPG: tu aliado contra la celulitis
¡Adiós a la retención de líquidos! 10 alimentos diuréticos que te harán sentir mejor