Es uno de los cinco elementos esenciales de la vida y podríamos decir que imprescindible, desde el punto de vista científico, para los tejidos de nuestra piel. El oxígeno proporciona vitalidad y energía a las células y sus bajos niveles están asociados directamente con el envejecimiento. Con la edad, estos niveles se van reduciendo, sobre todo en el rostro, lo que da lugar a la aparición de las arrugas y líneas de expresión más tempranas.
Hoy en día, existen tratamientos de estética que incluyen este elemento en sus protocolos y de ellos podríamos decir que son una apuesta segura para nuestra piel ya que aportan al instante hidratación y luminosidad proporcionando una "inyección" de vida a nuestras células. Prueba de ello, es la amplia variedad de productos de belleza ricos en oxígeno que actualmente existen en el mercado. Pero, ¿has probado los tratamientos a base de oxígeno? Realizarte uno de ellos será la misma sensación que "cuando has pasado un día en el campo y notas cómo tu piel respira", nos explica Rosario Morales del Centro de belleza BodyBrite.
Tratamientos que son fuente de vida para las células
Una de las ventajas de los tratamientos de oxigenoterapia es que los resultados son visibles al instante. En primer lugar la técnico valorará el estado de tu piel para proporcionar una mayor eficacia en la aplicación del protocolo. Comenzará por limpiar por completo todo el rostro con un tónico seguido de un suave peeling para dejar la piel libre de impurezas por completo.
En este caso, el tratamiento consta de dos partes, en primer lugar se aplica un sérum personalizado. "Un cóctel de vitaminas A, B, E y H, péptidos, aminoácidos y ácido hialurónico para estimular la actividad celular, contrarrestar los daños provocados por los agentes externos y facilitar la penetración del oxígeno en la piel" nos cuenta la experta. Este cóctel de vida se aplica a presión por un aerógrafo controlado por la técnico que penetrará en la epidermis de forma uniforme y aportando una sensación de frescura al instante.
Inmediatamente después, la técnico irá aplicando el oxígeno directamente en la piel. Zona por zona, incidirá en aquellas con más arruguitas y líneas de expresión haciendo presión con el aplicador y siempre arrastrándolo de dentro hacia afuera.
El protocolo finaliza aplicando una ampolla compuesta por los mismos componentes que el sérum del inicio aportando una sensación de piel fresca, hidratada, revitalizada, luminosa y jugosa que notarás inmediatamente después de terminar el tratamiento. También está recomendado para las zonas de cuello y escote, pero será la experta quién determine si es necesario realizarlo.
Normalmente, se aconseja realizar 6 sesiones, las 3 primeras semanales, y las dos siguientes cada 15 días hasta continuar con la última al mes y seguir un mantenimiento mensual. Pero la profesional será quién valore cómo programarlas para un resultado más eficaz.
Beneficios de los tratamientos con oxígeno en la piel
Entre los múltiples beneficios que notarás con los tratamientos que incluyen oxígeno están:
>Piel más uniforme
>Disminución y prevención de arrugas y líneas de expresión
>Estimulación de la producción de colágeno
>Reducción de los poros
>Efecto relajante
>Luminosidad
>Estimulación de la microcirculación
>Firmeza
Nuestra experiencia
Después de leer toda esta información, seguramente estés pensando que los tratamientos con oxígeno estarán más recomendados para pieles secas y maduras. Nosotras descubrimos que no es así: tenemos una piel joven y mixta. De hecho, la profesional nos explicó que en una piel más joven (a partir de 16 años) los efectos se notarán más rápido y serán necesarias menos sesiones.
Desde el momento en el que la técnico nos realizó el estudio de nuestra piel antes de comenzar con el tratamiento, empezamos a descubrir algunos aspectos de nuestro rostro a los que nunca antes habíamos prestado atención. Después de medir la humedad de nuestra piel en frente y mejillas, la técnico nos fue explicando con un espejo las pequeñas asimetrías que cada uno tiene en el rostro y que se pueden "corregir" con el tratamiento de oxígeno. Puede ser un pómulo más caído que otro, uno de los surcos nasogenianos más marcado que su contrario o las famosas patas de gallo más profundas alrededor del ojo izquierdo que del derecho.
Tras hacernos ver estas pequeñas asimetrías, la profesional comenzó con el tratamiento siguiendo los pasos que te hemos contado y... ¡Ta chán! Sin dolor ni ningún tipo de molestia, parecía que habían hecho magia sobre nuestra piel. Al volver a mirarnos en el espejo comprobamos que nuestra piel estaba mucho más luminosa, jugosa, las pequeñas arrugas de expresión más disimuladas. En general, nuestro rostro tenía un aspecto mucho más saludable. ¡Una dosis de vitalidad y energía para la piel que se nota al instante!
¿Dónde puedo realizar este tratamiento?
Tratamiento BeOxy Facial
Centro Body Brite
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