A partir de los 40 años, las mujeres ven como los signos de envejecimiento se hacen cada vez más evidentes. Se trata de un proceso natural en el que la piel comienza a perder elasticidad y volumen como consecuencia de la pérdida de nutrientes o antioxidantes. Comienzan a darse una serie de cambios propios de esta edad. “La dermis empieza a reducir gradualmente su producción de colágeno y las cantidades de elastina cada vez son menores”, afirma Carmen Díaz, directora del centro estético Germaine Goya.
Pero no todas las mujeres envejecen igual, factores como la genética, una correcta alimentación, el establecimiento de hábitos de belleza o el uso de tratamientos adecuados pueden aportar a la piel todo aquello que necesita ayudándole a aparentar muchos años menos de los que correspondan ¿Y qué hacer para conseguirlo?
Aportar a la piel proteínas naturales para obtener el deseado colágeno
Durante estos años es esencial estimular la regeneración cutánea y para conseguirlo, es importante acudir a los activadores celulares. Es el caso del principio activo EGF o factor de crecimiento epidérmico, una proteína natural ya presente en el organismo que determina la producción de colágeno, el componente encargado de aportar elasticidad y firmeza a la piel. Complementar un tratamiento de esta proteína con ácido hialurónico mediante técnicas como la mesoterapia virtual, hará que los resultados sean más evidentes y rápidos. “Al igual que con una herida, los activadores celulares son también los encargados de estimular la regeneración cutánea, tan solo hay que producirlos e introducirlos en la piel para obtener un intenso efecto rejuvenecedor en un tiempo récord”, explica la especialista Carmen Díaz.
La protección e hidratación como prioridad a los 40
La pérdida de hidratación de la piel es otra de las consecuencias de ir cumpliendo años. Beber mucha agua, alimentos adecuados y una buena rutina de limpieza son aspectos que deben incorporarse al día a día de las mujeres que entran en este tramo de edad. Pero, no se consiguen los objetivos deseados sin el apoyo de tratamientos específicos que aporten esa hidratación que la dermis necesita a estas alturas. “La mujer debe incorporar dentro de su rutina de belleza productos que le aporten hidratación, ya que una piel hidratada y jugosa tiene un aspecto mucho más joven”, señala la experta. Líneas específicas como la Hydracure promueven la resistencia natural de la dermis frente a los signos de envejecimiento prematuro.
Vitamina C para mantener la luminosidad
A medida que la piel envejece, esta pierde luminosidad y su tono se va apagando. Nutrirla de antioxidantes como lo es la vitamina C ayudará a la estimulación y síntesis de colágeno, mejorando la elasticidad cutánea, neutralizará los radicales libres que tanto afectan a la piel y al mismo tiempo que se mejorará su tono y uniformidad. Así que tratamientos faciales ricos en vitamina C ayudarán a incrementar su luminosidad y que se vea más tersa y densificada.
Artículo elaborado en colaboración con Carmen Díaz, directora del centro de estética Germaine Goya
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