La piel es el órgano más grande del cuerpo, y por ello, no es de extrañar que invirtamos mucho tiempo y esfuerzo en cuidar de ella. Y es que, tener una piel sana y bonita no solo nos hace sentirnos bien con nosotras mismas, sino que nos aporta una seguridad y autoestima que ningún maquillaje o vestido podrán darnos nunca.
Pero, ¿sabes cuidar correctamente de tu piel? ¿Conoces los trucos y rutinas de belleza más saludables para conseguir una piel perfecta? Atenta a nuestros consejos y prepárate para lucir la mejor versión de ti misma.
Superficie impecable
Todo trabajo requiere un buen comienzo y en el caso de la piel, es imprescindible que, antes de recibir cualquier tratamiento o maquillaje, esté bien limpia. Asimismo, también es imprescindible que sigamos una estricta rutina de limpieza al acabar el día, que nos ayude a eliminar de nuestra piel toda la grasa e impurezas acumuladas a lo largo de la jornada.
Tanto la polución ambiental como los restos de maquillaje se van acumulando en nuestros poros haciendo que finalmente se obstruyan, dando lugar a las espinillas y a otros problemas cutáneos. El resultado es una piel sin vida y apagada, por ello es muy importante realizarse una limpieza dos veces al día, con productos que desintoxiquen, tonifiquen y que contengan vitaminas e ingredientes respetuosos con el grado de humedad.
Hazte una limpieza paso a paso: Una vez aplicada la limpiadora elegida se recomienda realizar un masaje lento y profundo con movimientos circulares, presionando ligeramente con la yema de los dedos e insistiendo en la zona T (frente, nariz y mentón).
¡Agua bendita!
El agua, en el interior de nuestro cuerpo, actúa como un enorme cepillo de barrer, se lleva todas las impurezas que no sirven y las arrastra hacia el exterior a través de la orina. Es decir, cuanta más cantidad bebamos, más ayudamos a nuestro cuerpo a eliminar toxinas y por consiguiente, nuestra piel estará más resplandeciente.
Beber dos litros de agua al día es lo ideal, sobre todo entre horas. No olvides llevar una botellita en el bolso si estás fuera de casa, pues este sencillo gesto se reflejará muy pronto por dentro y por fuera de tu cuerpo y comprobarás que es una rutina demasiado fácil para dejarla escapar.
Somos lo que comemos
Aunque el secreto de una belleza duradera es una dieta equilibrada, hay ciertos alimentos que deben convertirse en tus mejores amigos a la hora de cocinar. Si quieres presumir de tener un rostro diez, no te olvides de estos aliados: el pepino, los betacarotenos y la vitamina C.
Las zanahorias, el tomate, el pimiento y otros alimentos de colores vivos, son precursores de vitamina A, esencial para nuestro organismo. Son precisamente sus pigmentos los que nos ayudan a evitar las manchas en la piel, el fotoenvejecimiento y los responsables de un brillo muy saludable.
Por otro lado, la vitamina C es una de las mejores soluciones que existen para mantener la piel sana y luminosa. Además de luchar contra los radicales libres, interviene en la síntesis del colágeno, que proporciona elasticidad. Por tanto, reduce las manchas y aporta luminosidad.
Por último, el pepino, mejor servido sobre tu piel. Si probamos con unas rodajas sobre los ojos y repartidas por la cara, obtendremos un cutis más hidratado y lleno de vitalidad.
Peeling de luminosidad
Hay casos en los que un peeling es fundamental para mejorar el aspecto y la textura de la piel. Se trata de una vía rápida para que los resultados sean visibles de forma inmediata. No deja de ser un tipo de exfoliación, pero más profesional y de mayor profundidad, por lo que es perfecto para hacérselo de manera ocasional.
Ventajas de un peeling luminoso:-Este tipo de peeling se realiza con vitamina C, que es perfecta para devolver la luminosidad al rostro.-Actúa en profundidad eliminando, no sólo las células muertas superficiales, sino también las cicatrices y líneas de expresión.-La piel queda resplandeciente, pierde su aspecto graso y rejuvenece su aspecto.En conclusión, este tipo de tratamiento, llevado a cabo cuatro veces al año, logra que el cutis recupere su luminosidad natural y su tono uniforme.
Recuerda que este tipo de tratamientos deben realizarase siempre por profesionales, y bajo la supervisión de tu dermatólogo.
Visita al dermatólogo
Igual que acudimos al dentista o al ginecólogo una vez al año como mínimo para hacernos una revisión, para cuidar de nuestra piel correctamente, también es necesario visitar al dermatólogo de manera regular. Con más motivo si nuestra piel es sensible o tiene tendencia a sufrir algún tipo de enfermedad como la urticaria crónica.
Según los expertos, existe un 20% de probabilidades de que cualquiera de nosotras sufra, en algún momento de su vida, un brote aislado de urticaria. ¿Cómo reconocer los síntomas de esta enfermedad? Suele presentarte en forma ronchas de color rojo acompañadas de picor (lo que comúnmente conocemos como habones), que aparecen de improviso, duran más o menos seis semanas y pueden reaparecer súbitamente tras curarse.
Sin embargo, hay veces que esta dolencia se convierte en una enfermedad crónica, y por lo tanto puede afectar no solo de manera física, sino que puede tener un fuerte impacto en el estado anímico y la vida personal y laboral. Por ello, se hace indispensable consultar a tu dermatólogo para que sea él quien nos asesore y nos ayude a aliviar los síntomas de esta enfermedad.
Mueve tu cuerpo y cambia la cara
Escoge el deporte que más te divierta. Corre, nada, monta en bicileta o baila en tu salón, pero inclúyelo en tu agenda, al menos, tres veces por semana. Está comprobado que mover el cuerpo, sobre todo, con algún ejercicio aeróbico, conlleva numerosas ventajas para la salud: aumenta la circulación de la sangre, oxigena tu organismo, trabaja tu corazón... Cada célula del cuerpo se beneficia cuando hacemos deporte y esto incluye la piel.
Cuando nos movemos, indirectamente, estamos regenerando el colágeno y la elastina, por lo que a la larga la piel recupera firmeza y densidad. Además, gracias al sudor, eliminamos las toxinas sobrantes y así no quedan atrapadas en el interior dando lugar a problemas cutáneos. ¡Apúntate a ponerte en forma!
Gimnasia facial
Guiñar un ojo, hinflar los mofletes, poner morritos... Aunque pueda parecerte un campeonato de muecas en realidad se trata de la gimnasia facial. Y es que, gracias a estos sencillos gestos trabajamos los músculos de la cara consiguiendo una piel más tersa y radiante en tiempo récord.
Si incluyes este tipo de rutinas en tu vida se consigue mejorar la circulación y la oxigenación del rostro, y este adquiere un resplandor especial. ¿Supone entonces una alternativa al botox, el relleno y los tratamientos de belleza?
No te equivoques. Estos ejercicios no son un remedio milagroso contra el envejecimiento de la piel, las arrugas o las patas de gallo, pero sí consiguen tensar y fortalecer los músculos de la cara, y esto repercute positivamente en tu aspecto general.
Además, estos movimientos te ayudarán a relajarte y a evitar el estrés que nos provoca el día a día. Simplemente por esto ya merece la pena dedicar diariamente un ratito a ejercitar el rostro, ¿no crees?
Protección solar
Si cuidar de la piel de nuestro rostro y cuerpo es esencial durante todo el año, cuando llega el momento de exponerse al sol, debemos extremar las precauciones al máximo. Y es que, pese a que el sol es muy beneficioso para nuestro organismo, si no protegemos nuestra piel al exponernos a sus radiaciones, estaremos tirando por la borda todo el trabajo del resto del año.
Elegir una crema con un factor de protección adecuado a nuestro fototipo y al índice de radiación de la zona donde vayamos a tomar el sol es vital para sacarle el máximo partido a nuestros productos solares. ¿Y qué pasa con el tiempo de exposición?
No exponernos al sol de manera directa en las horas centrales del día, e ir aumentando progresivamente el tiempo que pasamos bajo los rayos UV a medida que vayamos ganando color serán dos mandamientos que tendremos que segiur a rajatabla si queremos conseguir un tono bonito y saludable.
Adiós a los malos humos
Que el tabaco no le hace ningún bien a nuestra salud no es nada nuevo pero, ¿sabías que también influye directamente en la luminosidad y textura de nuestra piel?
Arrugas marcadas por la contracción de los labios al fumar, tono grisáceo de la piel y textura irregular son solo algunas de las consecuencias negativas que produce el tabaco en nuestra piel, por lo que para lucir un rostro más bonito (y para mejorar tu vida en muchos otros aspectos) dejar de fumar es el mejor consejo que te podemos dar.
La nicotina, el alquitrán, y las demás sustancias procedentes del humo que se inhala impiden el correcto funcionamiento de las células, lo que provoca atrofia cutánea y sequedad.
Además, si eres fumadora pasiva tampoco te libras de los efectos perjudiciales del tabaco, ya que al estar expuesta de manera constante al humo, se produce un envejecimiento prematuro de las células de la piel.
Sabemos que no es fácil acabar con un vicio como el tabaco de raíz, pero eliminarlo de tu vida para siempre, solo te traerá consecuencias positivas. ¡Cambia los malos humos por una piel mucho más sana!
Mascarilla nutritiva
Realizarse en la piel del rostro una mascarilla nutritiva de cuando en cuando es algo fundamental para mantaner la belleza y salud de nuestra piel, y si además sufrimos tirantez, sequedad y tendencia a la aparición de rojeces, esta rutina se convierte casi en una obligación. Te enseñamos a preparar esta sencilla mascarilla a base de aguacate y plátano.
Ingredientes
1/2 aguacate (maduro)
1 plátano
1 cucharada de miel
¿Cómo prepararla?
Tritura el plátano y el aguacate juntos hasta obtener una mezcla homogénea. Añade una cucharada de miel, remueve y aplícala por todo el rostro. Deja actuar durante 10 minutos.
Propriedades del aguacate y el plátano
Gracias a las proteínas y a las vitaminas A, B y E que contiene, el aguacate hidrata y protege la piel de las agresiones externas. El plátano, por su parte, suaviza, nutre y regenera.
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