Desde el potente ácido cítrico del limón, a las propiedades antibacterianas de la miel, existen muchísimos remedios caseros que te ayudarán a librarte de los dichosos granitos. De hecho, la mayoría de estos ingredientes están presentes en muchos de los productos de cuidado facial anti acné. ¿Pensabas que era casualidad?
Sin embargo, antes de nada nos gustaría remarcar que este tipo de remedios DIY para acabar con los granitos solo son válidos cuando se trata de brotes puntuales, ya que si existe un problema grave de acné o eccema, es imprescindible que acudas a tu dermatólogo para que te recete el tratamiento adecuado a tu piel.
¿Preparada para convertir tu despensa en todo un almacén de productos de cuidado facial y lucir una piel perfecta incluso sin maquillaje? ¡Empezamos!
Miel
La miel es un alimento con unas potentes propiedades antibacterianas, antifúngicas y antisépticas, lo que nos ayudará a conseguir que remitan los granitos, exfoliar y tratar la piel dañada, ¡y encima está riquísima!
Además, la miel es un magnífico antibiótico, gracias a su alto contenido en peróxido de hidrógeno, por lo que no solo eliminará los granitos, sino que también los tratará.
Para utilizarla como cosmético, aplica una capa de miel sobre rostro y cuello, y déjala actuar durante 15-20 minutos. A continuación, masajea suavemente con movimientos circulares y retírala con agua tibia.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana es uno de los mejores tónicos que podemos encontrar en la naturaleza. Con solo una aplicación, estarás reduciendo no solo el tamaño del grano, sino también el enrojecimiento de la zona, antes de que llegue a convertirse en un problema mayor.
El secreto está en las propias manzanas, que al fermentar su jugo y convertirse en vinagre, se vuelve rico en ácidos málico y láctico, lo que ayuda a eliminar impurezas y exfoliar la piel. El vinagre de manzana también contiene beta caroteno, que es un potente antioxidante, y ayuda a reducir la aparición de los radicales libres.
Para utilizarlo tendrás que diluir primero una pequeña cantidad de vinagre de manzana en agua (ni se te ocurra usarlo directamente), y aplicarlo como un tónico y dejarlo actuar toda la noche. Si no estás dispuestas a dormir con él, otra solución es dejarlo actuar durante unos 20 minutos y luego retirar con agua templada.
Recuerda que debes utilizar este remedio siempre por la noche, o con una muy buena protección solar si lo utilizas por la mañana, ya que el ácido láctico hace una exfoliación química en nuestra piel, dejándola más sensible al sol.
Papaya
La papaya es un alimento bastante especial en lo que al tratamiento del acné se refiere. El motivo es que la papaya fresca incluye un ingrediente llamado papaína, una enzima que actúa como un agente exfoliante de la piel, eliminando las células muertas y favoreciendo la renovación celular.
La papaya también es rica en vitaminas A, B y C, lo que ayuda a eliminar rápidamente los brotes de acné. ¿La razón? La vitamina A es muy utilizada en los productos cosméticos que ayudan a reducir la apariencia y el tamaño de los granos, además de ayudar a mantener la piel hidratada y reducir los signos de la edad.
Para utilizar este alimento como cosmético, lo mejor es hacerlo en forma de mascarilla, cortando varias rodajas de papaya fresca y machacándola bien hasta convertirla en una pasta. A continuación aplícala sobre la piel y déjala actuar durante 25 minutos. ¡Te sorprenderá con los resultados!
Aceite de árbol de té
El aceite del árbol de té es un aceite esencial originario de Australia, que tiene numerosas propiedades medicinales. Las más interesantes para su uso como producto antiacné son sus propiedades antibacterianas, muy útiles cuando se trata de luchar contra los granitos.
Sin embargo, la razón por la que el aceite de árbol de té es tan utilizado en este tipo de productos es que es un componente capaz de acabar con las bacterias que producen los granos, pero sin resecar la zona, ya que mantiene los aceites naturales presentes en nuestra piel (mucho más saludable que el peróxido de benzoilo, el ingrediente químico más usado en los tratamientos antiacné).
Es importante que seas consciente que el aceite de árbol de té no puede utilizarse sin diluir, ya que irritaría la piel muchísimo, y sería peor el remedio que la enfermedad. Diluye 5ml de aceite de árbol de té en 95 ml de agua, y aplica la mezcla a las zonas afectadas.
Limón
Probablemente estés pensando que echarte limón directamente sobre los granitos es una locura, pero utilizado de la manera correcta, los limones pueden ayudarte muchísimo tanto con el acné activo como con las marcas antiguas.
El zumo de limón contiene un ingrediente llamado ácido ascórbico, un potente antioxidante que ayuda en el tratamiento del acné y en la curación de los problemas de la piel. Como es un exfoliante natural, el zumo de limón puede ser aplicado tanto en los granitos en cuestión, como por toda la cara, solo tendrás que asegurarte de utilizarlo diluido.
La mejor manera de aplicar el zumo de limón es en una solución que contenga la misma cantidad de agua que de zumo. Moja un disco e algodón en esta solución y aplícala donde desees. Es posible que tengas una pequeña sensación de escozor debida a los ácidos cítricos, pero es totalmente normal.
Por otra parte, si prefieres utilizarlo como iluminador o como despigmentante, aplícalo por toda la cara, pero debes tener muchísimo cuidado con la exposición solar y protegerte muy bien, o aplicar este remedio solo por la noche.
Fresas y yogur
¿Conoces los términos ácido salicílico y ácidos alfa hidróxidos (AHA)? Si la respuesta es no, deberían sonarte, puesto que son dos ingredientes muy comunes en los tratamientos contra el acné. La buena noticia es que estos ingredientes también podemos encontrarlos de forma natural en las fresas y el yogur.
Tanto el ácido salicílico como los ácidos AHA (glicólico, láctico, málico y cítrico), penetran profundamente en los poros de nuestra piel, exfoliándola químicamente, un proceso mucho menos agresivo que la exfoliación física y que permite eliminar el exceso de sebo, las células muertas y difuminar las marcas y cicatrices.
¿Nuestra receta? Trocea y machaca tres fresas, mézclalas con tres cucharadas de yogur natural y aplícalo por todo el rostro. Déjalo actuar durante 15 o 20 minutos y retira con agua tibia. Si quieres, también puedes añadir a esta mascarilla unas gotas de aceite de árbol de té o dos cucharaditas de miel.
Cáscara de naranja
Las naranjas no solamente son una fruta deliciosa, sino que además su cáscara puede hacer maravillas por nuestra piel. La piel de la naranja contiene en realidad más vitamina C y ácidos AHA que la pulpa, por lo que es un producto buenísimo para limpiar la piel y eliminar la suciedad de los poros.
¿Cómo convierto la cáscara de una naranja en una base para una mascarilla? ¡Muy fácil! La próxima vez que te comas una naranja guarda la piel y colócala en un lugar en el que reciba la luz del sol de forma directa durante un par de días. Una vez seca, tritúrala con la batidora hasta conseguir un polvo fino. ¡Voilà! Un tratamiento antiacné DIY para añadir en cualquiera de tus mascarillas naturales.
Aceite de coco
El aceite de coco se ha convertido en uno de los productos de moda en los últimos tiempos, tanto en la cosmética como en la cocina pero, ¿cómo puede ayudarnos a eliminar los granitos?
Contiene dos ingredientes esenciales, el ácido cáprico y el ácido láurico, que también podemos encontrar en la leche materna y que ayuda a proteger de las infecciones y las bacterias. Además, el aceite de coco es rico en vitamina E, que tiene unas propiedades anti inflamatorias y ayuda a equilibrar la producción de sebo.
Para utilizarlo sobr la piel, lo primero es asegurarnos de tener el aceite correcto, que es aceite de coco virgen. Aplica una pequeña cantidad (una cucharadita) por todo el rostro y déjalo actuar toda la noche. De esta manera, el aceite tendrá tiempo de eliminar las bacterias mientras duermes, a la vez que mantiene la hidratación de tu rostro.
Claras de huevo
¿Pensabas que los huevos eran solo para la tortilla? ¡Nada más lejos de la realidad! Las claras de huevo tienen un efecto tensor y de tónico que reduce la apariencia de poros dilatados y el exceso de sebo. Como son muy ricos en lisozima, una enzima que digiere las paredes de las bacterias que causan el acné, los huevos son muy recomendables para mejorar los granitos.
Para utilizarlos como cosmético, bate una clara de huevo hasta que quede esponjosa y aplícala de manera uniforme por todo el rostro. Deja que la mascarilla se seque completamente y retira con agua tibia. Después, aplica agua fría para ayudar a sellar los poros. ¡Antes de que te des cuenta tus granitos habrásn desaparecido!
Leche
Si lo que más te molesta de los brotes esporádicos de acné son las rojeces que aparecen en la zona, coge tu cartón de leche y despídete de ellas. El ácido láctico presente en la leche ayuda a combatir los granitos y a eliminar las células muertas, además de reducir la inflamación de la zona. ¡Parece que Cleopatra no iba tan desencaminada!
Si además mezclas la leche con miel, estarás añadiendo el efecto antibiótico y antibacteriano de esta. ¡El combo perfecto!
Mezcla dos cucharadas de miel con una de leche y aplica por todo el rostro. Tras 15 minutos retira haciendo movimientos circulares con ayuda de una toalla limpia y húmeda. Además de reducir tus granitos estarás exfoliando suavemente la piel.
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