Cristina de Hoyos, dermatóloga de Clínicas Ceta, nos enseña a cuidar correctamente de nuestra piel en los meses de invierno, prestando especial atención a las zonas que más sufren con la bajada del termómetro.
Manos
Una de las partes del cuerpo más expuestas a las inclemencias climáticas son las manos, las cuales en ocasiones pasan mucho tiempo sometidas al frío ambiental, lo que provoca que la circulación sanguínea local disminuya y con ello la piel sufra, deshidratándose y favoreciendo la aparición de sequedad y eccemas. Por ello, es importante cubrirlas con guantes cada vez que nos expongamos a bajas temperaturas y evitar lavarlas en exceso, ya que el ambiente frío y seco puede contribuir a que aparezcan eccemas e incluso grietas dolorosas. Para ayudarlas a reponer su protección natural, aplica tanta crema hidratante como puedas, al menos cada noche antes de ir a dormir. Así podrán recuperar la hidratación y facilitarás que la circulación sanguínea sea adecuada.
Rostro
Otra zona que se afecta con facilidad es la cara, la cual no podemos cubrir a penas y que sufre los golpes de aire frío de una forma intensa. Mantenla bien hidratada en invierno, pero evita cremas con sustancias que provoquen un peeling muy intenso, ya que perder la capa más superficial de la piel puede llevar a la aparición de eccemas faciales. Por otro lado, en los días más fríos de invierno pero con un bonito sol dibujado en el cielo, las radiaciones ultravioleta también llegan hasta la superficie terrestre, por tanto no podemos dejar de proteger nuestra piel facial ni siquiera en invierno. Aplica un buen fotoprotector que combata esas radiaciones solares que lograr alcanzarnos en esta época.
Piernas
Por último, y no menos importante, están las piernas. También sufren las inclemencias del invierno y nos hacen en muchas ocasiones sufrir una intensa sensación de frío debido a que la circulación en estas zonas disminuye durante esta época del año. No es recomendable para intentar mitigar estas situaciones, colocar una fuente de calor directamente hacia los muslos o los pies mientras permanecemos sentados, ya que esto puede provocar la aparición de edema local por una vasodilatación intensa en la zona o de lesiones difíciles de resolver aunque sólo conllevan un efecto puramente estético como es el “eritema ad igne”, el cual se caracteriza por la aparición de lesiones oscuras en forma de red en la zonas laterales de los muslos. Lo más adecuado para contrarrestar el frío en las piernas es vestir adecuadamente, con varias capas de ropa si fuera necesario y no permanecer sentado o de pie durante mucho rato, ya que la circulación disminuirá y aumentará la sensación de frío.
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