A medida que pasan los años, en la piel van apareciendo pequeñas arrugas y líneas de expresión debidas al deterioro de las fibras de colágeno y elastina y nuestra piel se vuelve mucho más delicada. Además, cuando pasamos la barrera de los 35, empiezan a formarse arrugas más profundas en el contorno de labios y ojos, dejando la piel mucho más seca y con aspecto envejecido. Por suerte, el mundo de la cosmética nos ofrece soluciones y tratamientos al alcance de todas, que nos ayudan a combatir los signos de la edad y lucir una piel joven y luminosa durante mucho más tiempo. ¿Cómo? Siguiendo esta sencilla rutina y asegurándonos que nuestros productos de belleza cuentan con los ingredientes adecuados.
Limpieza
La limpieza diaria de la piel es un paso importantísimo en nuestro ritual de belleza, y no solo para las personas que se maquillan. La polución, las impurezas o la grasa que produce nuestra propia piel se va acumulando en nuestros poros a lo largo del día, por lo que cada mañana al levantarnos y cada noche antes de ir a dormir, deberemos limpiar a fondo nuestro rostro con el producto que más nos convenga. En gel, en espuma, en aceite, en leche o de base acuosa. Hay mil opciones diferentes en el mercado para que puedas elegir la que mejor se adapta a tus gustos y necesidades. ¿El resultado? Tu piel recuperará su luminosidad y perderá ese tono cetrino tan característico de las pieles apagadas.
Sérum
Es uno de los pasos más olvidados del ritual de belleza, y sin embargo, es uno de los más importantes si queremos darle a nuestra piel un cuidado antiedad completo. Debido a su textura y formulación, el sérum penetra en las capas más profundas de la piel y su concentración de principios activos es mucho mayor. Por ello, es vital elegir un sérum rico en activos antiedad, que complemente nuestra rutina diaria. Los más demandados son los que incluyen antoxidantes, colágeno, elastina o ácido hialurónico, ya que son tres potentes ingredientes que ayudan a mejorar la regeneración celular, la luminosidad y el aspecto general de la piel.
Es importante tener en cuenta que un sérum no aporta hidratación, por lo que siempre debe utilizarse antes de la crema hidratante, y nuca sustituir ésta por el suero.
Hidratación
La hidratante facial tiene que ser uno de los básicos en nuestra rutina diaria, sea cual sea nuestra edad y tipo de piel. Tener una piel grasa o mixta no significa que no necesitemos hidratarla, sino que debemos elegir un producto específico libre de aceites y con texturas menos densas. Por supuesto a la hora de controlar los signos de la edad es importante contar con una crema que le devuelve la firmeza a nuestra piel, que la nutra, que mejore su densidad y elasticidad y que fomente su producción de colágeno y que frene el envejecimiento de la piel como Revitalizing Supreme + de Estée Lauder. Gracias a la innovadora incorporación del extracto de Moringa, el llamado árbol de la vida, esta crema consigue aumentar la activación de la proteína NrF2 cuya función es la de evitar el envejecimiento de la piel.
Una de las causas por las que comienzan a aparecer signos de la edad como líneas de expresión o arrugas es la falta de hidratación. Con el paso de los años nuestra piel disminuye su producción de colágeno y la barrera de la piel es menor por lo que es más complicado que la piel mantenga el agua en su interior. La fórmula de Revitalizing Supreme + de Estée Lauder contiene extracto de higo de cactus para no sólo nutrir la piel en profundidad sino también para fortalecer esa barrera de la piel y mantener la hidratación.
Contorno de ojos
Utilizar un contorno de ojos es un paso imprescindible a partir de los 25 años y recomendable a partir de los 20. Se trata de la zona de nuestro rostro donde la piel es más fina y frágil, por lo que la falta de hidratación se aprecia con mayor facilidad. Además, en la gran mayoría de los gestos que realizamos durante el día participa esta zona, y la microcirculación sanguínea es más lenta que en el resto del cuerpo. Por todo esto, las arruguitas y las líneas de expresión aparecen antes en el contorno de los ojos que en el resto de la cara. ¿Cómo evitarlo? Utilizando un producto específico para esta zona del rostro (no debemos utilizar la misma crema hidratante que hemos utilizado en el resto de la cara), y que sea rico en activos emolientes y antioxidantes, para luchar contra los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de la piel.
Mascarillas
Una vez a la semana, es recomendable aplicar una mascarilla facial antiedad que sea rica en colágeno y elastina, para darle a nuestra piel un extra de hidratación y que así nos sea más fácil atenuar los signos de envejecimiento. En crema, en formato máscara, de tipo peel-off o incluso algún remedio natural... Las opciones son infinitas, y solo tendrás que elegir la que más te convenga.
Exfoliación
La piel se regenera a diario, eliminando las células muertas, por lo que realizar una exfoliación intensa una o dos veces a la semana hará que tu rostro esté más radiante y suave. Para ello puedes usar jabones o cremas que contienen pequeñas partículas granuladas que arrastrarán estas células muertas, limpiando en profundidad la piel. Si tienes la piel muy sensible y reacciona ante cualquier tipo de exfoliación mecánica, puedes optar por la exfoliación química. Existen en el mercado productos que contienen un alto grado de ácidos (láctico, málico, salicílico o glicólico) que te ayudarán a regenerar tu piel sin agredirla.
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