Lifting significa elevación o levantamiento en español. Y precisamente ese es el objetivo de esta operación estética facial: elevar el rostro para recuperar el tono cutáneo y eliminar la flacidez. Con el paso de los años la piel del rostro pierde su tonificación y se generan surcos o pliegues. Es una consecuencia natural del envejecimiento que, además, puede hacerse más visible por diferentes factores externos que pueden afectar a la piel como la exposición solar, el tabaquismo o el estrés entre otros.
Desde hace años existe la posibilidad, si la persona así lo desea, de recuperar recuperar la firmeza y el tono del óvalo facial gracias a la medicina estética y, en este caso, al lifting. Un proceso que a pesar de no poder devolver al rostro su apariencia exacta de años atrás, sí ofrece un rejuvenecimiento y una mejora del aspecto notable.
¿En qué consiste el lifting facial?
Cuando una persona decide someterse a un lifting facial, el primer paso es elegir una clínica de medicina estética en la que puedan asesorarle y le ofrezcan toda la información necesaria. Si te cuesta elegir, una buena idea puede ser pedir cita para consulta en varios centros antes de tomar la decisión.
Tras esto, el equipo médico debe realizar un estudio preoperatorio del paciente con el que valorar si se puede hacer o no la intervención y cómo será la cirugía. Para ello se realiza un estudio en profundidad del rostro y las facciones. Este paso es importante porque aunque el objetivo mejorar la apariencia, la operación nunca debe suponer un cambio excesivo en la identidad facial del paciente.
Una vez hecho esto, llega el momento de la interveción, que se realiza siempre en una clínica u hospital. Para llevarla a cabo, como explican desde SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética), se puede utilizar anestesia local y sedación o anestesia general. La elección de esto dependerá de la complejidad de la cirugía y lo que prefiera el cirujano.
La duración del lifting facial suele ser de varias horas, pero depende de cada rostro y de la técnica que emplee el cirujano. En el caso del lifting cervicofacial, las incisiones suelen hacerse en la zona de la sienes, donde quedan disimuladas por el pelo, y se extienden hacia la parte delantera de las orejas y continua desde la parte posterior del lóbulo hasta el cuero cabelludo. El siguiente paso es separar la piel de la grasa y los músculos, se hace una liposucción de la grasa en las zonas en las que sea necesario (por ejemplo, la papada), se tensan los músculos y se suturan las incisiones. Después es posible que se coloquen drenajes detrás de las orejas para que se expulse cualquier líquido que pueda acumularse en la zona. En el caso del lifiting frontal, la incisión se hace en la frente, tras el pelo, o en el límite cercano entre la frente y el pelo.
¿El postoperatorio es muy duro?
Normalmente, no. No es una cirugía que genere muchas molestias y las que se producen pueden aliviarse con los medicamentos indicados por el cirujano. Es habitual que haya zonas de la piel que estén adormecidas durante un tiempo, pero suele desaparecer en cuestión de semanas o meses, dependiendo de cada caso. Aparte de esto, durante los primeros días el rostro está bastante hinchado, pero esta inflamación es completamente pasajera. Para reducirla, es conveniente mantener la cabeza elevada en los días posteriores a la cirugía. Los puntos de sutura se retiran en unos cinco días y los puntos convencionales o grapas, más adelante, cuando indique el cirujano.
Aunque en la mayoría de ocasiones los pacientes se encuentran bien en 2 o 3 días, lo más recomendable es descansar durante una semana y tener cuidado al tratar la zona, pues está muy sensible. También es importante no hacer actividades físicas muy intensas durante unas dos semanas las dos semanas posteriores y evitar la exposición solar durante unos meses para evitar riesgos durante la recuperación. En cuanto a la vuelta al trabajo, esta suele hacerse en un periodo de entre 10 días y 2 semanas, dependiendo de cada caso. La hinchazón bajará y el aspecto del rostro mejorará notablemente a partir de la tercera semana después de la intervención.
Respecto a los riesgos que supone esta cirugía, son los mismos que se podría producir en cualquier otra intervención quirúrgica como las reacciones alérgicas a la medicación, las infecciones o hemorragias. No obstante, estos son mínimos si se siguen las pautas recomendadas y el control médico adecuado tras la intervención.
¿Las cicatrices del lifting son muy visibles?
No, una vez pasada la fase de cicatrización aguda, en la gran mayoría de los casos las cicatrices apenas son perceptibles. Además, el pelo ayuda a disimularlas porque, como ya se ha explicado, las incisiones se hacen en esta zona. No obstante, en casos en los que la cicatrización de la persona no es la adecuada, también existen opciones estéticas para igualar el color de la piel en la zona como las sesiones de láser.
¿Hay una edad específica para poder someterse a una cirugía facial?
La edad más frecuente es a partir de los 40 o 45 y la mayoría de pacientes que recurren a este procedimiento de medicina estética tienen entre 40 y 60, pero realmente depende de cada caso. El lifting está indicado, como decíamos, para personas cuyo rostro comienza a perder firmeza, pero que aún conserva cierta elasticidad y esto no ocurre siempre a la misma edad. Por lo tanto, es posible que un cirujano recomiende un lifting a una mujer o un hombre de 35 años o bien que estos tengan una edad más avanzada.
¿Cuál es el precio medio de un lifting facial?
No existe un precio fijo para un lifting facial, porque la cirugía puede variar mucho en función de las necesidades de un paciente u otro. No obstante, un precio aproximado puede ser entre los 4.000 y 6.000 euros, dependiendo de si se trata de un lifting facial completo, por zonas o con blefaroplastia para devolver el tono a la zona de los párpados.
¿Es posible repertir el lifting después de unos años?
Aunque depende de cada caso, sí es posible repetir la cirugía una vez pasados un mínimo de 10 años de la anterior. Para ello es fundamental informar en la clínica a la que se acuda, si esta no es la misma que en las intervenciones anteriores, para que la cirugía se aborde en función a esto.
¿Existen tratamientos de lifting facial sin cirugía?
Sí, cada vez existen más opciones en medicina estética para conseguir el efecto lifting sin pasar por una intervención quirúrgica. El hecho de poder evitar el paso por el quirófano es, precisamente, lo que ha hecho que la popularidad de estas técnicas haya aumentado significativamente en los últimos años. Te contamos un poco más sobre algunos de ellos:
- Botox: elimina las arrugas y la flacidez por medio de la inyección de la toxina botulínica en zonas como el entrecejo o la frente.
- Rellenos faciales con ácido hialurónico: rellenan las arrugas y los surcos de la piel en diferentes zonas como las mejillas, la barbilla, alrededor de la boca o la mandíbula.
- Hilos tensores: se tensa la piel mediante la colocación de hilos finos debajo de la piel. Estos, además, producen colágeno, lo que consigue incrementar el efecto lifting.
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