El Dr. Manuel Iglesias, Director del Departamento Médico de Centros Único, nos explica cómo ganarle, de una vez por todas, la batalla a la flacidez en los brazos.
A partir de los 25 años la producción de colágeno y elastina comienza a ralentizarse y aproximadamente a partir de los 40 se produce la pérdida de progesterona que provoca un afinamiento de la piel, incluso en las mujeres más delgadas. Como consecuencia, los bíceps y tríceps pierden firmeza y empiezan a colgar de una forma casi inevitable.
Los problemas estéticos que más afectan a los brazos son el descolgamiento cutáneo y muscular, el exceso de grasa y la celulitis. ¿El resultado? Unos brazos sin forma que adquieren un aspecto rugoso, áspero y difícil de ocultar. Además del proceso de envejecimiento, también se debe tener en cuenta que una vida sedentaria y con poca actividad influye en la pérdida de firmeza. Los brazos son el primer grupo de músculos que se atrofia y el tríceps es una zona difícil de mantener. Por ello es tan importante practicar deporte de forma regular y tonificar todos los músculos de nuestro cuerpo.
Por otro lado, los brazos junto con el cuello y el escote son las grandes olvidadas en el cuidado diario. Generalmente, la principal preocupación es conseguir un rostro cuidado, luminoso y terso, sin embargo es fundamental encontrar un equilibrio y tenerlos presentes a diario para poder lucir unos brazos bonitos. Por lo tanto, es conveniente usar una buena crema hidratante y reafirmante diariamente tras la ducha, para que esta zona recupere la firmeza y suavidad. En tu rutina, también puedes incluir una crema exfoliante, al menos una vez a la semana para retirar las células muertas de la piel, masajeando los brazos con movimientos circulares para reactivar la circulación. Hacer ejercicios con pesas, o una rutina de fortalecimiento muscular ayudará también a recuperar la forma.
Además, existen tratamientos médico-estéticos que actúan en profundidad, sobre la musculatura y no solo sobre la piel externa, con el fin de devolver a los brazos su densidad y tersura.
Para ello, DoubleCorp es el más idóneo. Se trata de un tratamiento que combina dos tecnologías revolucionarias simultáneamente: los ultrasonidos tridimensionales de la cavitación y la radiofrecuencia. El calor provocado por esta radiofrecuencia estimula los fibroblastos, encargados de generar colágeno y elastina, consiguiendo a su vez una notable mejora de la piel. Mientras que el ultrasonido provoca micro burbujas que hace que las células implosionen y la grasa se libere, lo que combinado, al mismo tiempo con la radiofrecuencia y el calor interno que ésta provoca, intensifica y agiliza el efecto cavitatorio, haciendo que la grasa pase a estado líquido y desaparezca. Desde la primera sesión podemos apreciar los resultados siendo necesarias entre 6 y 8 sesiones para finalizar el tratamiento.
Por supuesto, es necesaria la constancia y evitar los malos hábitos para combatir con eficacia la flacidez de los brazos y conseguir mantener nuestra figura.
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