Hablar de todas las patologías de la piel sería escribir un tratado de dermatología con sus 4 tomos y sus más de 2000 páginas, así que vamos a centrarnos es las más habituales o en las que más preocupan a diario a los pacientes. Cristina de Hoyos, dermatóloga de Clínicas Ceta, nos habla de las más comunes y nos enseña a reconocer sus síntomas.
La patología cutánea por excelencia, por su época preferente de aparición y el grupo de edad al que afecta, es el acné. Con una distribución muy parecida entre hombres y mujeres, aunque más intenso habitualmente en varones. Es una patología que no entiende de épocas del año, pero que puede mejorar en verano por efecto del sol, para luego resurgir con más fuerza durante el otoño. Suele ser una patología autolimitada en el tiempo, pero que debe tratarse adecuadamente cuando antes, para evitar posibles secuelas posteriores difíciles de eliminar.
En la infancia y también afectando a personas de más edad, tenemos la patología de la piel más relevante, la dermatitis atópica. Cursa con la aparición de eccemas y piel muy seca y los pacientes sufren de un intenso picor que les dificulta su vida diaria. Los pacientes con dermatitis atópica grave están mal durante todo el año, pero aquellos con una dermatitis leve, padecen más los síntomas en invierno cuando el frío, el ambiente seco y las ropas ajustadas con tejidos como la lana hacen que la piel sufra más.
Otra patología relevante que puede afectar a toda la superficie cutánea, aunque no suele ser lo habitual, es la psoriasis. De nuevo estos pacientes mejoran en verano, con la exposición solar, y empeoran en épocas de más estrés y cuando van más cubiertos.
El cuero cabelludo tiene una patología por excelencia que afecta a un alto número de personas las cuales pocas veces conocen su existencia. Se trata de la dermatitis seborreica y su amplio abanico de formas de presentación. Desde la forma más leve, la famosa “caspa” que suele ser más intensa en épocas de estrés, hasta los casos graves que pueden llegar a afectar a todo el cuero cabelludo con mucho prurito, enrojecimiento y descamación gruesa.
Otra patología reseñable por su alta incidencia a día de hoy, es la rosácea. Afecta preferentemente a las mujeres, y cursa con una piel centro-facial muy reactiva, que se enrojece con mucha facilidad y en ocasiones aparecen brotes de lesiones en las mejillas que las pacientes describen como “granitos”.
Y tras resaltar las más relevantes, hay que agregar un largo etcétera de distintas enfermedades que pueden afectar a nuestra piel. Lo más indicado, ante la duda, consultar con el dermatólogo, quién podrá ponerle nombre y el tratamiento más adecuado en cada caso.
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