1. La fase de preparación
Es uno de lo momentos más dramáticos y fatídicos. Si decides depilarte, sea por la razón que sea, los días y momentos previos necesitas mentalizarte para estar preparada para el dolor. Tanto si lo haces con cera como si lo haces con láser, por ejemplo, sabes que la piel sufrirá los tirones de las bandas o los "pinchazos" del dispositivo, y sabes que tendrás que respirar hondo.
2. Los momentos inmediatamente previos
Sabrás que, elijas la opción que elijas, si decides depilarte las ingles, es mas que recomendable que la piel de la zona esté limpia, seca y bien hidratada. Por eso, recuerda siempre aplicar crema hidratante antes de someterte a cualquier procedimiento.
3. El outfit
Con esta fase se sentirán identificados especialmente aquellas y aquellos que recurran a la depilación láser. Después de las sesiones, la piel está sensible y se irrita con facilidad. Por eso, a ninguno se le ocurrirá ponerse después unos vaqueros ajustados: el dolor y el escozor pueden ser terribles. Si no lo sabías, ahora ya lo sabes: ¡escoge siempre ropa ancha y ligera que no roce en las zonas clave!
4. Solicitar la cita
Ahora que ya estamos mentalizados, toca llamar por teléfono al salçon de estética y solicitar la cita. El momento se acerca y es inminente. Ya no hay vuelta atrás.
5. Ha llegado el día
No puedes echrte para atrás. Dentro de una hora te tumbarás en la camilla a merced del esteticista. ¿Estás listo?
6. Llegas a tu cita
Al llegar al salón o centro de estética y después de dar tu nombre e indicar la hora a la que fuiste citado, intentas averiguar quién de todo el equipo te recibirá. E incluso sientes un poco de vergüenza, pero recuerda: todos tenemos vello, ¡es lo más natural!
7. Mantén la calma
¡No te avergüences! Nunca debes sentir vergüenza por tener vello, decidir quitártelo es solo una opción igual de normal y repetable que decidir no hacerlo. Además, los esteticistas están acostumbrados a ver y quitar vello, y tú no tienes nada que no tenga todo el mundo.
8. Las cortesías
Hay una norma no escrita que dicta que los esteticistas deben hablar contigo mientras te tratan: ¿a qué te dedicas? ¿te has hecho la cera/el láser en más ocasiones? y un sinfín de preguntas. Lo que quizás no saben es que es inútil tratar de distraernos preguntándonos cuáles son nuestros planes para ese día: vamos a pasarnos toda la sesión intentando gestionar el miedo al dolor. ¡Ya queda poco!
9. La cera calda
Ha llegado el momento y es peor de lo que pensabas e incluso recordabas. Si has elegido la depilación con cera, sentirás que el calor va a derretir tu piel. ¡Pero no te alarmes! Es solo un momento y no va a pasar nada grave, todo seguirá en su sitio cuando termines.
10. El dolor, ¿estás segura de que merece la pena?
Ni siquiera te avisan en el momento clave, que llega por sorpresa y de la manera más inesperada y dolorosa. ¿Estás segura de que merece la pena? Te empiezas a plantear que la próxima vez puedes ahorrarte todo este proceso: líbrate de los prejuicios, que depilarse no es obligatorio.
11. ¡Aguanta!
No sabes si gritar, retorcerte, ponerte en posición fetal para contrarrestar el dolor que sientes o decirle al esteticista que pare. Piensas, de hecho, que la está tomando contigo porque ha tenido un mal día. Nada de eso... la depilación en de las ingles duele, ya lo sabías.
12. Lo odio
No pensabas que era posible odiar tanto a alguien, lo descubres cuando alguien te hace la sera o la depilación láser.
13. Comienzas recordar por qué viniste
Un momento... ¿por qué habías venido? Quizás tiene sus ventajas. Para quien lo prefiera, es más cómodo. Eso sí: si lo haces, que no sea porque es "lo normal", porque le guste más a tu pareja o por el mito de que es más higiénico, porque es falso. Si decides depilarte las zonas íntimas que sea porque a ti te gusta más.
15. La depilación total
Si optas por la depilación total, te llevará más tiempo. Que todo sea porque te resulte más cómodo: no valen otros motivos.
15. Lo peor ya ha pasado
La mirada que la esteticista te dirige cuando termina quiere deicir : "ha merecido la pena, ¿Verdad?". No estás segura de cuál es la respuesta a esa pregunta pero ya está hecho. Y justo después, añade: " no olvides solicitar la próxima cita". Entonces tú piensas: "estás bromeando, ¿no?".
16. ¡Que injusto!
Efectivamente, no sabes si ha merecido la pena. Te has quejado, te ha dolido y encima has tenido que pagar dinero por ello. ¿Es necesario? No, no lo es.
17. Hora de pagar
Es el momento de pagar la sesión y serán, por lo menos, 30 euros. Tú misma...
18. Por lo menos, ya ha pasado
Después de todo este proceso, te planteas si volver. La próxima vez, piénsatelo bien...
19. Y se te empieza a olvidar el proceso...
Cuando el enrojecimiento desaparece y puedes volver a caminar como una persona normal, te sientes como una persona nueva. ¡Parece que nunca te hayas sentido tan suave!
20. La próxima vez...
El resultado valió la pena, pero llegas odias pensar en que se acerque el momento de solicitar una cita para la próxima sesión. ¿Y si dejo de depilarme? No nos cansaremos de repetirlo: no es obligatorio depilarte ninguna parte del cuerpo ni pasar por este proceso: debes amar tu cuerpo con y sin vello.
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