En el informe Tiempo para el cuidado. El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad, elaborado por Oxfam Intermón, la ONG explica que la desigualdad económica mundial está "fuera de control". Y lo ilustra con un ejemplo: "Si cada persona se sentase sobre el dinero que posee apilado en billetes de cien dólares, la mayor parte de la humanidad se sentaría en el suelo. Una persona de clase media de un país rico se sentaría a la altura de una silla y los dos hombres más ricos del mundo estarían sentados en el espacio". Además, apunta a dos conceptos ligados como origen del desequilibrio: la "riqueza extrema" y la "masculinización del sistema". Y es que la economía de los cuidados recae casi enteramente sobre las mujeres.
Esta desigualdad de género se traduce en cifras y tiene un valor económico que, según el informe, asciende a los 10,8 billones de dólares anuales, cantidad producida por los trabajos de cuidados no remunerados que mujeres y niñas de a partir de 15 años realizan alrededor del mundo. Esta suma triplica el tamaño de la industria tecnológica. En concreto en España en 2018, las tareas no remuneradas ocuparon 130 millones de horas o, dicho de otro modo, 16 millones de personas trabajando durante ocho horas al día. Según la Organización Internacional del Trabajo esto supondría un 14,9% del PIB.
Una economía desigual entre géneros
Los 2.153 milmillonarios que había en el mundo en 2019 eran más ricos que 4.600 millones de personas. De este grupo, los 22 hombres más ricos del mundo, lista en la que se encuentran Jeff Bezos, Bill Gates o Amancio Ortega, poseen más riqueza que todas las mujeres que viven en África juntas.
Para financiar el trabajo de cuidados que desempeñan las mujeres en todo el mundo sin remuneración, Oxfam sugiere incrementar durante los próximos diez años en un 0,5% el tipo de impuesto que grava la riqueza del 1% de la población más rica. Según la ONG, esto permitiría la creación de 117 millones de empleos en los sectores de la educación, la asistencia de personas mayores y la salud. Además, proponen que se les conceda a las trabajadoras del hogar los mismos derechos de los que disponen el resto de empleos, esto es, una renta mínima y que las empresas paguen un 15% de tipo efectivo para financiar unos cuidados públicos.
La importancia del trabajo de cuidados
Oxfam señala que el trabajo de cuidados, que abarca actividades como el cuidado de niños, personas mayores, personas con discapacidad o personas que sufran alguna enfermedad física o mental y tareas domésticas como lavar, limpiar, cocinar o buscar comida, agua y leña, son tareas fundamentales que de no ser desempeñadas, provocarían un colapso en la economía mundial.
Estas funciones, sin embargo, son fundamentalmente desempeñadas por mujeres. Y es que según la ONG son un 42% de mujeres las que forman pate de la mano de obra no remunerada frente al 6% de hombres. Además, la diferencia de ingresos incrementa durante el periodo reproductivo de ellas y la asistencia escolar es inferior en niñas porque se ocupan de estos trabajos.
Oxfam propone medidas para abordar el problema
Según Oxfam son las clases más ricas las que más se benefician de la falta de remuneración y los sueldos precarios de las personas que asumen los trabajos de cuidados. Para revertir la situación, la ONG propone seis medidas: acabar con la riqueza extrema para poder acabar con la pobreza extrema; mayor inversión pública en los sistemas nacionales de atención y cuidados; garantizar salarios dignos para el trabajo de cuidados, así como legislarlo; permitir que los trabajadores puedan tomar decisiones; acabar con los roles que fomentan que este tipo de trabajo sea desempeñado principalmente por mujeres y, finalmente, que las empresas valoren estos trabajos y faciliten prestaciones y horarios flexibles.
"Los Gobiernos de todo el mundo deben tomar medidas urgentes para construir una economía más humana y feminista que valore lo que realmente importa para la sociedad, en vez de alimentar una carrera sin fin por el beneficio económico y la acumulación de riqueza", explica Oxfam. Y subraya: "La pesada y desigual responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres perpetúa tanto las desigualdades económicas como la desigualdad de género".
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