Desde que Don y Maxine se conocieron, no se habían separado nunca. Padres de dos hijos, la pareja vivió una vida llena de felicidad, pudiendo realizar muchos de sus sueños. Pero hace dos semanas, Don se rompió la cadera y tuvo que ser hospitalizado. En ese momento, el cáncer de Maxine se agravó…
Cuando los eternos enamorados se dieron cuenta de que el final se acercaba, les pidieron a sus hijos que les llevaran de vuelta a su casa para que pudieran dejar este mundo juntos. Una decisión que no sorprendió a la familia. “Sabía, en el fondo de mi corazón, que era lo que iba a pasar. Los abuelos tenían que morir juntos”, declaraba su nieta, Melanie Sloan.
Don y Maxine fueron instalados, tal y como ellos pidieron, uno junto al otro en su habitación, cogidos de la mano mientras se apagaban. Cuatro horas después de lo que hiciese su mujer, Don comprendió que era su turno. Los dos murieron tranquilos y, sobre todo, juntos.
Una auténtica historia de amor
Melanie Sloan, nieta de la pareja, fue la encargada de contar su historia al mundo, desvelando lo que ha ocurrido en los últimos días. Don y Maxine eran muy queridos en su ciudad, donde no han faltado los homenajes al matrimonio. “Es increíble, es verdaderamente magnífico. Una auténtica historia de amor”, contaba Melanie en las noticias. Sus abuelos han estado juntos hasta que exhalaron su último aliento, queriéndose incondicionalmente, algo que nos hace darnos cuenta de que, a pesar de todo lo malo, en el mundo todavía queda amor.
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