A punto de terminar octubre, el espíritu navideño comienza a adueñarse de nosotras. Empezamos a pensar en la decoración navideña y los regalos y, en poco tiempo, veremos las calles de nuestras ciudades engalanadas para la ocasión. Sin embargo, en la pequeña localidad de Saint George (Canadá), la Navidad llegó el pasado 24 de octubre. ¿El motivo? Uno de sus vecinos más jóvenes, Evan Laversage, está en fase terminal del cáncer que padece desde hace cinco años y los vecinos de este pueblo no han dudado ni un momento a la hora de organizar una Navidad a medida para el pequeño.
Tras una larga enfermedad, los médicos le comunicaron a la familia de Evans que al niño le quedaba poco tiempo de vida. Tras saber esto, la madre del pequeño habló con los familiares más cercanos y acordaron organizar la Navidad en octubre para que el niño pudiese disfrutarla antes de que tenga lugar un desenlace fatal.
Este primer llamamiento al círculo más cercano de Evan, acabó extendiéndose por los 3.000 vecinos de esta localidad canadiense. El resultado ha sido un pueblo entero adelantando la Navidad un par de meses. Luces, renos y, por supuesto, el mismísimo Papá Noel haciendo acto de presencia. Evans presenció el desfile sentado en primera fila, ya que hace unos meses que su agresiva enfermedad limitó la movilidad de sus extremidades.
Sin embargo, cuando Papá Noel pasa ante él, no puede resistirse y se sube a su carroza. ¿Has visto la cara de felicidad del pequeño Evans? Una verdadera historia de solidaridad que demuestra que el ser humano es capaz de crear situaciones maravillosas.
¡No te pierdas la felicidad que desborda Evans en este vídeo!
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