Hace ya más de una década desde que la holandesa Yvonne van Amerogen tuvo la idea de crear una ciudad especialmente pensada para los ancianos que padecían enfermedades como la demencia senil o el azlheimer. En el año 2009, sus ideas se convirtieron en una realidad y vio la luz Hogeway, una localidad pensada para la convivencia de 150 residentes y 250 trabajadores.
Este proyecto, pionero en el mundo, deja atrás la idea de una residencia de ancianos en la que sus habitantes vean su vida limitada a las paredes del recinto. Hogeway cuenta con espacios individuales pero también con supermercados, peluquerías y zonas de ocio en las que los enfermos pueden llevar a cabo una vida más independiente, siempre bajo la supervisión de un profesional.
Vivir en un entorno familiar resulta indispensable para este tipo de pacientes, así que esta idea de comunidad mejora en gran medida su día a día. Allí, cada cual tiene su papel y mientras unos limpian y organizan su pequeña ciudad, otros preparan la comida o pasan una tarde de compras. Otro de los aspectos más curiosos de este centro es que los dependientes del supermercado o los encargados de la limpieza son, en realidad, médicos, enfermeros, psicólogos y personal sanitario especialmente centrado en su cuidado.
Con esta realidad simulada, los ancianos viven en un ambiente de mayor libertad y marcan sus rutinas dentro de la seguridad de toda una ciudad puesta a su servicio. Solo nos queda decir !Bravo! por estas propuestas para hacer la vida más digna a nuestros mayores.
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