La ilusión te embarga cuando piensas en que al fin has encontrado esa casita de ensueño que llevabas tiempo buscando. Todo parece maravilloso hasta que comienzas a llenar maletas y cajas con toda la vida (y mucho más) que has ido acumulando durante años. En una mudanza siempre cunde el pánico, lo sabemos, pero te pedimos que te lo tomes con un poco de humor y te rías de ti misma con estas 10 fases que estamos seguras que tú también has vivido si te has cambiado de casa recientemente. ¡Prepara las maletas que nos vamos!
Pero antes te recomendamos que cojas fuerzas imaginándote lo bonita que puede quedar tu casa cuando todo haya terminado... ¿No te parece un gran aliciente?
1. ¿Todo esto era mío?
¿Cómo puedes haber guardado tanta vida en una habitación? De repente encuentras fotos de tu infancia, pendientes que habías perdido y aquella entrada de cine que guardaste por algún motivo que ahora te es imposible recordar. Sí, empiezas a sospechar que en algún momento de tu vida anterior padeciste el Síndrome de Diógenes y, ahora, querida amiga, es el momento de pagar las consecuencias...
2. Préstamo de cajas y/o maletas
Todo tu barrio se sabe víctima de tu abandono. Exprimes todas las opciones posibles para conseguir cajas y es que precisamente ellas, las cajas de cartón, se convierten en tu bien más preciado. Cada vez que consigues una nueva te sientes poderosa, confiésalo.
3. Los muebles son ahora tu peor enemigo
¿Quién pensó que necesitabas una estantería? ¿Y cómo piensas trasladar el sofá? ¿Alguien dijo camión de mudanzas, por favor?
4. Mudanza en transporte público... FAIL!
El metro está ahí para personas como tú, que se mudan con un presupuesto ajustado. Ármate de valor y sobre todo, no elijas la hora punta... Podría ser dramático. MUY dramático.
5. Mudanzas sin ascensor = sufrimiento infinito
Tu nueva casa es una monada y cuando te dijeron que era un cuarto piso sin ascensor pensaste en que este año ibas a lucir tipazo en verano. Con cajas y maletas de por medio, tu perspectiva cambia ligeramente...
6. ¿Quién dijo gym?
Por mucho que digan del crossfit estás convencida de que pocas cosas tonifican más que una mudanza.
7. Ayudas inestimables que se convierten en cadenas de favores
Has pedido a tantas personas que te echen una mano con la mudanza que ya estás temblando solo con pensar en el día en el que tengas que devolver todos los favores...
8. ¿Momento de ordenar?
Bien, todas las cajas y maletas han llegado a tu casa. ¿Y ahora qué? ¡¡¿AHORA QUÉ?!!
9. Ir de compras, ese temido momento
Sí, ha llegado el momento de amueblar y comprar todo lo que necesitas. Sí, sabemos que este momento divide a los pobladores del mundo. Personalmente, está en nuestra lista de fobias.
10. Será duro pero al final sentirás que el esfuerzo ha merecido la pena
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