Es bastante complicado que la vuelta a la rutina suene bien, lo sabemos. Y también somos conscientes de que decirle adiós a agosto y recibir septiembre con los brazos abiertos es algo parecido a una misión imposible sin Tom Cruise. Por eso, queremos echarte una mano y mostrarte que aunque el verano ya toca a su fin, aún nos quedan motivos para sonreírle al otoño. Cambia tu chip y encuentra ese filtro de optimismo con el que enfrentarte a este nuevo mes.
1. Busca la parte positiva (¡¡Te prometemos que la tiene!!)
Seamos prácticas: todo vuelve a su lugar. Los niños al fin comienzan el cole y tú empezarás a tener (algo) de tiempo para ti. Y si no tienes hijos, hay muchos otros puntos positivos como que por fin se acaba el insoportable calor y podrás dormir más a gusto, si sales por la noche podrás empezar a ponerte alguna chaquetita (y si es de estreno mucho mejor), es un buen momento para hacer cambios o afrontar retos y volverás a ver a tus amigos o compis del curro tras las vacaciones. Y esto solo son algunas ventajas que tiene septiembre, si le echas ganas seguro que se te ocurren muchas más.
2. Date un capricho (o dos)
¡Te lo mereces y punto! Ve de tiendas (no hace falta ni salir de casa, puedes hacerlo online), invéntate un motivo para celebrar, sal a cenar a ese restaurante de moda... Cualquier cosa está permitida: hacerte con el último gadget disponible para empezar el curso con la mejor tecnología, maquillaje o algún accesorio para dar un toque diferente a tu casa. Además, sabemos que es posible que el verano se haya llevado consigo tu talla y te haya regalado unos kilitos de más, así que puede ser un buen momento para hacerte con un conjuntito deportivo para empezar a hacer ejercicio y/o comprarte ropa nueva.
3. Aprovecha la piscina mientras puedas
Aunque las temperaturas empiecen a bajar por la noche, el sol aún aprieta y no hay nada más veraniego que pasar las tardes en la piscina. Si eres de las afortunadas que continúa con la jornada intensiva en septiembre, no tienes más que pensar. Si no, ya sabes, ¡siempre nos quedarán los fines de semana!
4. Dale un aire diferente a la decoración de tu casa
Cómprate un peto vaquero, ponte una pañoleta en la cabeza y siéntete como en una peli de Hollywood pintando las paredes de tu casa. Si eres de gestos más sencillos, con pasar una tarde echando un vistazo a las novedades en decoración y fichando las que más te gusten, ¡será suficiente! Lo importante es que consigas un toque diferente en tu casa para que afrontes la vuelta con ilusión.
5. ¡Apuesta por nuevos proyectos!
Poner un huerto en tu casa, aprender a coser tu propia ropa, ponerte en forma, leer más, colaborar con una ONG y ya sabes... Escribir un libro, plantar un árbol. Y ese tipo de cosas.
6. Organiza alguna escapadita de fin de semana
No hay nada mejor en septiembre que seguir viajando como si ignorásemos que la rutina ha llegado a la ciudad. Huye cada fin de semana que puedas: al pueblo, donde lo mismo da que sea julio que septiembre. O, si lo prefieres, organiza una escapada europea de fin de semana. Que sea algo fácil, sencillo y para toda la familia:
7. Ocupa tu rutina con actividades que te motiven
¿Te gusta bailar? ¡Apúntate a clases de baile! ¿Lo tuyo son los idiomas? ¡Atrévete con alguno nuevo! ¿Adoras cocinar? ¡Busca un curso o innova en tu propia cocina a tu manera! Si dedicas un tiempo cada día a eso que te gusta, ni notarás que el verano se ha acabado.
Después de haber leído nuestros consejos, esperamos que al menos te hayamos sacado una sonrisa y te sientas mucho más positiva. ¿Momento de comprobar si aún así padeces (aunque sea un poquitín) de depresión postvacacional?
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