Charles James ha pasado de gran olvidado a estrella de la industria de la moda en tan sólo unos meses. Tras ser el protagonista de la Gala del MET hace tan solo dos días, así como objeto de exposición en el Metropolitan de Nueva York, finalmente hoy se ha confirmado la noticia que lleva rondando desde comienzo de semana. El productor de cine Harvey Wenstein, junto a su mujer, la diseñadora Georgina Chapman -fundadora y directora de Marchesa-, han decidido resucitar la firma que triunfó entre los cuarenta y los cincuenta. ¿Lograrán dar vigencia a los espectaculares gowns que creaba Charles James?
La gran pregunta es clara: ¿puede una casa que trabajaba exclusivamente la alta costura adaptarse a nuestros tiempos? ¿U optarán por seguir la estela de firmas como Balenciaga, que poco tiene que ver actualmente con la filosofía de su fundador? Lo cierto es que el trabajo de Georgina Chapman en Marchesa podría adaptarse a la perfección al espíritu de Charles James, como demostró vistiendo a celebrities de la talla de Karolina Kurkova en la Gala del MET. Sin embargo, el desarrollo económico de la firma es otro cantar, una experiencia que ya tuvo Wenstein cuando se atrevió con otro revival de una firma de moda, Halston, cuyo proyecto no llegó a buen puerto.
Sin embargo no todos los ejemplos son tan poco alentadores. En el caso del come-back de la casa Schiaparelli, con Marco Zanini al frente, el futuro se presenta más emocionante.
El resultado de este nuevo Charles James está por demostrar, pero si Chapman decide rendir culto a la obra del couturier, la alfombra roja recuperará una buena dosis de glamour.
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