¡Nos encantan las faldas de piel! Son elegantes y a la vez sexies. Con ellas, es sencillo sacar tu lado más salvaje y roquero sin perder un ápice de estilo. Pero sabemos de sobra que no todas se atreven a llevarlas y, las valientes que sí, suelen tener más de una duda a la hora de combinarlas. Para que no cunda el pánico, te damos las claves para sobresalir con tu estilismo y que vayas siempre perfecta. ¡Sigue leyendo y sácale el máximo partido a tu falda de cuero!
Atractiva y elegante
Las faldas de piel se pueden encontrar en multitud de modelos y cortes distintos, desde una estrecha minifalda hasta una falda lápiz que llega hasta la rodilla.
Para las más fashionistas, la preferida suele ser la versión mini. En lugar de conjuntarla con un top ajustado y unos tacones, se la ponen con partes de arriba más fluidas, como un jersey oversize, y botas o zapatillas. Así el look sexy se compensa con prendas más informales.
Una falda, mil opciones
La falda de cuero es una prenda realmente versátil y en función de con qué la combines, puede dar lugar a un look más desenfadado, formal o sexy.
Si lo que quieres es ponértela durante el día, te recomendamos combinarla con un zapato plano, ya sean unas bailarinas, unas botas o unas zapatillas. Con tacones resultaría demasiado llamativa para un look de día. Siguiendo el ejemplo de la mayoría de las blogueras de moda, elige para la parte de arriba un jersey grueso y suave o una camisa vaquera.
Por otra parte, para un look de noche, con el que buscas ser el centro de atención, decántate por unos tacones y presume de piernas. Para la parte de arriba, sin embargo, elige una prenda más recatada, ya que escote + falda de piel + taconazo puede resultar excesivo.
La falda de piel, también para la oficina
Las faldas de piel también son ideales para la oficina siempre y cuando cumplan una condición: ser lo suficientemente largas. Por supuesto, con largas no nos referimos a ir tapadas hasta los pies, sino a que llegue sobre la altura de las rodillas. Además, escoge preferiblemente un modelo en ante, es más formal que la piel lisa y combina bien con todo.
En cualquier estación del año
Las faldas de piel, ya sean cortas o largas, no tienen por qué quedarse hibernando en el armario. Con un poco de imaginación e inspiración, se pueden crear looks estupendos de otoño e invierno. Por ejemplo, puedes jugar a superponer distintas capas de ropa (el famoso layering), de diferentes largos, creando un juego visual que resulta muy atractivo y original. Además, puedes aprovechar y mezclar diversos tejidos, dándole más textura al conjunto.
También puedes darle un toque más invernal con unas botas mosqueteras de ante o terciopelo, lo que recuerda mucho a la estética de los años 70. Y, claro está, no hay que olvidar las medias.
Las más curvies también pueden llevarlas
Como dijimos más arriba, hay faldas de piel de muchas formas distintas, que se adaptan a cada figura. Si se quiere disimular un poco el abdomen y los muslos, es aconsejable elegir faldas de corte midi, que estilizan visualmente la figura y sientan muy bien.
Sin embargo, si lo que te gustan son las faldas lápiz, no tienes por qué renunciar a ellas. Solo te recomendamos que prestes atención a que sean de talle alto, ya que afinan la figura y la hacen muy femenina.
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