¿Por qué será que nos atrae tanto la idea del probador a muchas personas? ¿Es tal vez porque une dos de nuestras pasiones, el sexo y las compras? El probador es un lugar estrecho, íntimo y caluroso que te mantiene escondido del resto del mundo, pero al mismo tiempo te encuentras rodeado de gente y siempre suele haber una pequeña rendija del probador por donde te podrían ver. Tú los oyes pero ellos no te ven… O al menos es complicado que lo hagan. Entonces... ¿crees que es una experiencia hecha para ti?
Además, es uno de los pocos lugares, quitando nuestra casa, en el que nos desnudamos. Y es que preguntar qué tal te queda uno u otro a tu pareja mientras te desvistes, tiene un puntito de lo más excitante, ¿no crees?
Las ventajas de practicar sexo en un probador
- La adrenalina de ese delicioso momento hará menos doloroso el paso por caja.
- Algo más que añadir a tu palmarés sexual: una experiencia única y muy original que envidiarán tus amigas y de la que tu pareja se acordará toda la vida.
- Ya puedes estar contenta porque tu pareja corre el riesgo de convertirse en un adicto a las compras.
- Probarás, seguro, nuevas posturas, como algunas de estas que te recomendamos vayas anotando...
Los inconvenientes de tener sexo en un probador
- Uno de ellos puede ser los malditos neones que desvelan los pequeños defectos (rojeces, puntos negros, piel de naranja…) que en casa podemos camuflar gracias a la luz tenue, aunque claro, hay miles de probadores distintos, también está en ti descubrir el más adecuado.
- Algún cliente o dependiente puede entreabrir el probador sin querer o incluso echar un vistazo por el exceso de ruido. No suele pasar, pero para evitarlo busca mejor un probador con puertas, que las cortinas son muy traicioneras.
- La estrechez del lugar limita mucho los movimientos. Si tenéis suerte, encontraréis probadores más espaciosos con una silla y una mesa pequeñas. En ese caso dejad vía libre a la imaginación.
- Tal vez no estés preparada para este tipo de experiencia tan, digamos, de cara al público. Antes de exponerte tanto, prueba otras experiencias fuera de casa, como por ejemplo, hacer el amor en el coche.
Ideas para hacer la experiencia más erótica
- En una tienda de lencería: con todos los conjuntos a tu alcance puedes hacer un pequeño desfile en exclusiva para tu pareja. También es el momento de comprar modelitos que nunca comprarías sola o piezas caras. ¡Que vea qué bien te quedan!
- Un sábado por la tarde, en plenas rebajas: la tienda está a reventar, la cola de la caja es interminable, aprovechad el tumulto y abriros paso hasta los probadores. El lado bueno: las dependientas estarán demasiado ocupadas para “preocuparse” de vosotros. Y la algarabía del ambiente camuflará todos vuestros ruidos.
- En una tienda para hombres: ¿y si es él quien, al desnudarse, provoca en ti una gran excitación? No hay nada más sexy que el cuerpo desnudo de tu pareja mientras se cambia. ¿Por qué no invertís los papeles? Que se vista de calle, con traje… ¡Suéltate!
Y tú, ¿te atreverías a probar con esta fantasía?
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