Cuando pensamos en el deseo sexual, solemos imaginar a dos o más personas juntas. No obstante, la relación sexual no es el único medio de alcanzar el séptimo cielo; también podemos disfrutar y darnos placer con el onanismo. Y menos mal que es así porque si no, ¿qué harían muchos solteros y solteras? Aquí es donde entra en juego esta práctica, bajo un extraño término que para muchos es conocido, simplemente, como masturbación. La práctica del onanismo está muy extendida entre los hombres, pero sigue siendo un tema algo más tabú para las mujeres, aunque afortunadamente esto está cambiando y cada vez son más las que asumen sin pudor que disfrutan de su sexualidad con o sin pareja. Y estos amiguitos tienen mucho que ver en ello también.
Y es que ya sabes lo que dicen, ¡no hay nada mejor que hacer las cosas una misma! A continuación te ayudamos a descubrir tu cuerpo y te hablamos de los métodos de masturbación femeninos y masculinos para tratar de sentir el máximo placer sin tapujos... ¡Toma nota!
Onanismo en la mujer
Aunque hasta hace no mucho era un tabú que pocas mujeres decidían romper, lo cierto es que hoy en día es algo tan asumido como la masturbación masculina. El onanismo femenino requiere de algo más de maña que el masculino, sí, y requiere también un conocimiento mayor de la propia intimidad que en el caso de los hombres, pero lo cierto es que las mujeres cuentan con diferentes zonas erógenas que merece la pena explorar. Y no lo decimos nosotras, es que está probado que tiene unos cuantos beneficios.
Con juguetes o sin ellos, cada vez son menos mujeres las que tienen reparo en disfrutar de su sexualidad en solitario...
Tanto si se estás soltera como en pareja, lo cierto es que practicar el onanismo está recomendado en todas aquellas que quieran disfrutar plenamente de su vida sexual, ya que en pareja se puede practicar para mantener activa la vida sexual de ambos, saber qué es lo que más nos gusta o simplemente, disfrutar de nosotras mismas durante un rato. A muchas mujeres también les excita masturbarse frente a su pareja o que sea ella misma la que le practique el onanismo, ¡que no todo tiene que ser penetración!
A continuación te damos unas cuantas ideas para disfrutarlo. Dale al play a esta música sensual... ¡Y a disfrutar!
- Número 1: acostada sobre la espalda, una mano (o las dos) acaricia el clítoris. El ritmo y la presión de los movimientos es muy personal, y siempre se realiza de la misma manera.
- Número 2: acostada boca abajo, sobre el vientre, una o dos manos estimulan el clítoris.
- Número 3: se puede emplear un objeto suave para frotar el clítoris.
El resto de posibilidades, menos extendidas, son: juntar los muslos para excitar el clítoris, masajear la zona del clítoris con un pequeño chorro de agua, emplear un vibrador o incluso penetrar la vagina con los dedos o un objeto. La estimulación del clítoris es la forma más extendida para obtener placer sexual. La penetración vaginal no se suele practicar durante la masturbación, pero recuerda que se trata de que disfrutes, así que haz lo que más te excite...
Onanismo masculino
Para un chico joven es muy fácil descubrir el onanismo: su sexo se encuentra ante él, puede ver las erecciones, tocar su pene... Por lo tanto, se da cuenta rápidamente de lo placentera que resulta la masturbación y el resultado es que, a los 18 años, el 90% de los hombres conoce la masturbación. Para un hombre, masturbarse le permite aprender a retrasar el orgasmo, a mejorar el control sobre la eyaculación.
En el caso de los hombres, al igual que sucede con las mujeres, la masturbación se realiza durante las relaciones pareja en soledad o en estados de soltería, siendo habitual practicarlo con una pareja. Si quieres descubrir algo más sobre la sexualidad masculina, te recomendamos también descubrir alguna de estas novelas eróticas.
La forma de masturbarse en un hombre es muy similar, si bien hay varios tipos de pene y puede variar en función de si está circuncidado o no. También se puede alcanzar un enorme placer estimulando los testículos o frotando el glande, aunque esto es sumamente personal. Estas son tres formas habituales del onanismo masculino.
Numero 1: la masturbación manual. Una mano sujeta el pene y lo mueve hacia delante y hacia atrás. El gesto trata de emular los movimientos de una relación sexual con penetración.
Numero 2: tumbado sobre el vientre, el hombre frota el pene contra algo, una sábana, un cojín...
Numero 3: se emplea un chorro de agua para estimular el pene en la ducha o en un jacuzzi (aunque al final la eyaculación sigue implicando el movimiento manual).
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