La RAE define el termino libido como "deseo sexual, considerado por algunos autores como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica". Teorías a parte, lo que está claro es que la libido es en gran medida responsable de nuestro apetito sexual. En otras ocasiones ya hemos hablado de ella, enseñándote algunas maneras de subir la libido de forma natural. ¿Pero qué es exactamente? Más allá se sentir atracción física por una persona, la libido y el deseo sexual tienen que ver más bien con una cuestión hormonal y con diferentes factores psicológicos.
Hormonas y libido
Como ya adelantábamos, las hormonas tienen mucho que ver en el aumento de la libido, concretamente las hormonas sexuales: testosterona, estrógenos y progesterona. La primera es la hormona sexual masculina (aunque también se encuentra presente en las mujeres, pero en menor medida) que se produce en los testículos. La testosterona no solo influye en aspectos como el desarrollo de los genitales masculinos, en la transformación de la voz, en la aparición del vello o en el aumento de la masa muscular. También es la encargada de aumentar la libido y el deseo sexual, así como de mantener las erecciones.
Por otro lado, en la libido femenina entran en juego los estrógenos y la progesterona, las hormonas sexuales femeninas. Los estrógenos se producen en los ovarios y se liberan en mayor cantidad antes de la ovulación. Junto con la serotonina, la oxitocina y la dopamina (liberadas, entre otras cosas, cuando practicamos deporte), producen en el cerebro una sensación de bienestar. Los estrógenos y la progesterona van de la mano, pues son hormonas que se complementan. En lo que se refiere al deseo sexual, actúan incrementándolo, pues son responsables de la excitación y la sensación de plenitud.
¿Por qué puede disminuir la libido y el deseo sexual?
Como hemos comentado, las hormonas sexuales influyen directamente sobre el deseo y la atracción. Por tanto, una reducción de los niveles normales de las hormonas que hemos mencionado puede traducirse en una disminución del interés sexual (algo que es habitual durante la menopausia), en una ausencia de lubricación o en episodios de disfunción eréctil. Esta reducción de los niveles hormonales se puede deber a causas naturales como la propia edad o la toma de algunos medicamentos o anticonceptivos, como la píldora, por ejemplo.
Otros factores que pueden provocar la disminución de la libido son:
- Desajustes hormonales.
- Algunas enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple, cardiopatías o depresión.
- Cambios en los métodos anticonceptivos.
- Estrés
- Obesidad
- Hábitos nocivos como el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o drogas.
- La práctica excesiva de ejercicio en el caso de los hombres. Aunque no se se puede confirmar que practicar deporte de alta intensidad y frecuentemente reduzca el apetito sexual, un reciente estudio publicado en Medicine and Sciences in Sports & Medicine, ha observado una estrecha relación en ello.
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