No existe duda alguna de que el sexo es una parte fundamental en cualquier relación y una pieza importante en nuestra vida en general, ya no solo por el disfrute y los diferentes beneficios que nos puede proporcionar, también (y principalmente) porque se trata de un instinto presente en nosotros. ¿Pero qué ocurre durante los períodos de "sequía"? ¿La abstinencia sexual tiene efectos negativos sobre nuestro organismo? Al parecer, sí. Y no lo decimos nosotras, sino la ciencia.
¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando dejamos de tener sexo? Por supuesto, cada persona es diferente y no a todo el mundo le afecta por igual la falta de actividad sexual. De hecho, una persona que decide no tener sexo puede estar perfectamente sana. Pero a rasgos generales, se han observado las siguientes consecuencias en la abstinencia sexual:
Un sistema inmune menos fuerte
Las relaciones sexuales afectan a la inmunidad: cuando practicamos sexo con nuestra pareja o con diferentes personas, nuestro cuerpo entra en contacto con antígenos de otras personas, lo que favorece la inmunidad. Por lo tanto: cuanto menos sexo, menos estimulación para nuestro sistema inmune.
Aumenta la ansiedad
Lo queramos o no, la falta de sexo se ha convertido en un prejuicio social. Es esto precisamente lo que puede generar estrés o ansiedad en una persona que lleva tiempo sin tener relaciones sexuales y que desea tenerlas. "El prejuicio es mayor porque es consciente de esa ausencia y la afectación psicológica se acaba traduciendo en procesos fisiológicos y orgánicos", explicaba la sexóloga Francisca Molero, codirectora del Institut de Sexología de Barcelona, en una entrevista para El País.
Y es que cuando tenemos relaciones, nuestro cuerpo libera hormonas sexuales como la dopamina o la serotonina, dos neurotransmisores que nos proporcionan una sensación de bienestar o felicidad. "Si estamos mal, los niveles de ambas sustancias disminuyen, por lo que habría que recurrir a un mecanismo natural como el sexo para intentar desbloquear esa situación", afirma Molero. "Pero no lo hacemos de forma espontánea por los condicionamientos sociales, morales y culturales que nos dicen que eso no está bien".
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Menos inteligencia
Un estudio publicado en 2013 por Hippocampus llegó a la conclusión de que el sexo podría ayudar a prevenir el deterioro de la memoria. Al parecer, las relaciones sexuales potencian la reproducción de neuronas, mejoran la función cognitiva y fomentan el crecimiento de hipocampo, una parte de nuestro cerebro. Si no practicamos sexo, estos beneficios se pierden.
Aumenta el riesgo de padecer disfunción eréctil
Así lo reveló el American Journal of Medicine en uno de sus artículos: la actividad sexual regular permite conservar la potencia sexual. Por tanto, cuanto menos sexo se practica, más posibilidades tienen los hombres de padecer disfunción eréctil.
Así que, ya lo sabes: siempre existe una buena razón para practicar sexo todos los días. ¡Encuentra la tuya!
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