En un primer momento te niegas a creerlo. Luego, poco a poco, empiezas a asumir que, efectivamente, esa persona te ha bloqueado. Da igual si es en Whatsapp, Instagram, Facebook o cualquier otra red social. Siempre resulta desagradable, aunque evidentemente, en distinto grado dependiendo del tipo de relación que tuvierais.
Por lo general interpretamos un bloqueo como un gesto de rechazo, por lo que, si además lo entendemos como injusto, la primera reacción es intensa. Rabia, cólera, o cualquier otra manifestación de agresividad suele ser el sentimiento que nos invade. Pero dejarse llevar por este sentimiento no es ni práctico ni acertado. Han herido tu orgullo, sí. Pero ahora toca actuar como una persona adulta y preguntarse cómo se ha llegado a esa situación.
Lo que debes hacer en esta situación
Sergio Mente Escritos es el nombre de una cuenta de Instagram manejada por un psicólogo en el que se dan consejos sobre relaciones de pareja. Y en relación a este tema, lo primero que recomienda es mantener la calma y tratar de frenar esa indignación que te invade cuando descubres que te han bloqueado.
Cuando ha sido tu pareja sentimental resulta mucho más difícil, porque además de la frustración entran en juego otros sentimientos como el miedo a que sea el final de la relación, la rabia, o la impotencia por no poder comunicarte. Pero por mucho que las emociones se agolpen, debes mantener el control y aceptar que él o ella quiere poner distancia.
Es muy común que en ese momento te asalten todo tipo de ideas terribles, pero si ha tomado esa decisión, no es muy recomendable abordar el tema de inmediato y tratar de forzar un encuentro para pedir explicaciones. El resultado puede ser contraproducente.
Los siguientes pasos
Pero eso no quiere decir que no puedas hacer nada. De hecho deberías emplear ese tiempo en reflexionar qué ha podido llevar a esa persona a tomar una decisión tan radical. ¿Una discusión previa? ¿Algo que hiciste o dejaste de hacer? No es tan sencillo como culpar al otro, haz examen de conciencia y piensa si alguna de tus actitudes ha podido justificar ese paso. Si no es así, valora también que pueda necesitar espacio y respétalo.
Cuando haya pasado un tiempo prudencial es el momento de intentar alguna vía de comunicación alternativa. Si sabes donde localizarla házlo y pídele de forma calmada y respetuosa tener una conversación sobre lo sucedido. Casi cualquier problema puede solucionarse con una comunicación franca y abierta. Cuídate mucho de no mostrarte irritada u ofendida. Si no has sido capaz de calmar esa ira inicial o si no abordas el encuentro con un genuino deseo de saber en lugar de confrontar, evita reunirte con ella porque solo empeorará las cosas.
En caso de que ni siquiera te de la oportunidad de hablar, no puedes hacer mucho más. Si has actuado como una adulta y aun así no te dan opción, no queda otra que cerrar esa puerta por doloroso que sea.
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