Pocas cosas te dejan tan desconcertada como comprobar que esa persona que en un principio parecía estar tan interesada en ti, de repente ha dejado de dar señales de vida. Por más vueltas que le das, no logras entender qué has podido hacer mal, y no es extraño, porque en realidad, es muy posible que no tengas ninguna culpa de ello.
Por supuesto existe la posibilidad de que según os hayáis ido conociendo, él haya visto que no encajáis, o que eres alguien diferente a quien se imaginaba. Pero según la psicóloga Silvia Llop, en la mayoría de casos son otras conductas las que propician ese desenlace, y casi siempre están determinadas por el egoísmo.
Conducta inconsistente
La principal bandera roja a considerar es la falta de consistencia en sus comunicaciones. Si empieza muy fuerte pero luego va espaciando sus contactos, es muy probable que haya algo que no es como imaginas. En este sentido es complicado saber con exactitud de qué se trata pero al menos esta actitud debería servir para ponerte en alerta.
Según Silvia Llop, la opción más probable es que esa persona no tenga un verdadero interés y te esté utilizando. Tal vez busca atención para llenar un vacío interior, quizás tiene pareja pero atraviesa un mal momento y está explorando alternativas, o simplemente te usa para llenar esos ratos en los que no tiene nada que hacer. Puede incluso que te dé bola para no obsesionarse con alguien que sí le interesa pero con quien no avanza como le gustaría.
Lo que debes y no debes hacer
Lo que es seguro es que, una vez ha desaparecido, ya no vas a poder saber cuales eran sus intenciones, así que si esto te sucede lo mejor es que hagas borrón y cuenta nueva. Por mucho que te gustara, de nada sirve ese runrún en tu cabeza. Tu salud mental es lo primero, y especular con los motivos que lo han llevado a desaparecer no es de ninguna ayuda.
No obstante sí hay algo que puedes aprender de la experiencia, y es a no cometer otra vez el mismo error. Cuando vuelva a presentarse una situación parecida, no pierdas tu tiempo y aprende a identificar esa conducta cuanto antes. ¿Ves que poco a poco va disminuyendo la frecuencia con la que te llama/escribe? Deja de ilusionarte y de buscar excusas que lo justifiquen. Quien quiere, puede.
Lo que Silvia Llop propone es que en lugar de seguir dándole vueltas a algo que no vas a poder solucionar porque no está en tu mano, te enfoques en lo que sí lo está, que es seguir creciendo a nivel personal. Y esto incluye aprender a filtrar mejor a posibles candidatos, de manera que no pierdas tu tiempo con quien no lo merece ni dejes que nadie ponga tu vida patas arriba.
LETTER