Siempre estamos con quien debemos estar. Cuando tenemos pareja estamos con la persona que nos va a permitir conocernos a nosotros mismos. Sin embargo, cuando nos enamoramos es muy habitual que queremos poseer al otro, y cuando creemos que lo tenemos empezamos a tener miedo a perderlo o a perderla, entonces nos descubrimos posesivos. Desde Enric Corbera Institute, a partir de su método Bioneuroemoción, nos recomiendan seguir estos consejos para construir una relación sana con tu pareja.
1. Presta atención a lo que te enamora
Lo hemos vivido todos. Conocemos a alguien y tenemos una sensación en el estómago, como si tuviéramos mariposas, y le decimos a la amiga o al amigo: "Me acabo de enamorar". La mente necesita ponerle una etiqueta a la sensación física. Aquello que nos enamora y que no tiene “explicación” está en relación directa con nuestros programas inconscientes. Decimos que nos enamoramos cuando resonamos profundamente con la información de otra persona.
Sin embargo, los aspectos que inicialmente nos enamoran son los que más adelante no soportamos y nos molestan. Bien porque no los acabamos de integrar en nosotros y los juzgamos o bien porque ya los hemos integrado y consideramos que no necesitamos a esa persona para seguir nuestro camino. Tomar conciencia de esto no significa tener que dejar a la pareja, al contrario, también podemos optar por evolucionar con ella.
2. Sé coherente
Vivir poniendo atención a lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos va en la misma dirección. Debemos evitar hacer cosas que no nos gustan por querer complacer al otro o, lo que es lo mismo, evitar hacer cosas que no nos gustan solo porque creemos que así el otro va a querer estar con nosotros. Es importante mantener la individualidad, darnos permiso para seguir siendo nosotros mismos compartiendo la vida al lado de alguien que, a su vez, se da permiso para seguir siendo él o ella misma.
Si en algún momento detectamos que esto no es así, nos podemos preguntar ¿Qué es una pareja para mí? ¿Para qué quiero una pareja? ¿Para no estar solo? ¿Para no estar sola? ¿Para no aburrirme? ¿Para tener a alguien que me cuide?, etc. Es fundamental cuestionarnos continuamente para detectar nuestras propias incoherencias, así, dejaremos de querer cambiar al otro para centrarnos en nuestra propia evolución.
3. Vive en conciencia de unidad
Si pensamos que la otra persona viene a llenar nuestras carencias seguiremos con ellas y cuando no tengamos al otro vamos a sufrir. En cambio si la persona que está a nuestro lado nos complementa, eso nos beneficia porque nos enseña algo que tenemos que aprender e integrar. Entonces, la otra persona es nuestra bendición y no nuestra desgracia.
Cuando vivimos desde la conciencia de unidad dejamos de vivir en la proyección para empezar a vivir en la extensión. Es decir, comprendemos que no hay dos, sino una unidad que se complementa. Siempre estamos frente a nosotros mismos. De esta manera podemos dejar de ser lo que pensamos que somos para darnos la oportunidad de ser lo que somos.
Esa es la primera muestra de la carencia de amor hacia uno mismo. El auténtico amor no ata a nadie. No quiere poseer. El amor más libre es vivir con alguien el momento presente, sin rencores por el pasado, ni miedos por el futuro; sino con agradecimiento hacia la otra persona, por compartir la vida y ayudarnos a conocernos mejor a nosotros mismos.
Contenido elaborado en colaboración con Enric Corbera Institute
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