Hace algunos años, en Nochebuena, Chloe, que entonces tenía cuatro años, ingresó en el hospital Arnold Palmer de Orlando (Florida) por vómitos y fuertes vértigos. El doctor Alex Levy, que estaba de guardia aquella noche, hizo varios escáneres a la niña y descubrió que, por desgracia, tenía un grave tumor cerebral. Su padre, devastado, preguntó al especialista si un día podría acompañar a su hija al altar. "Haremos todo lo que podamos para que así sea", respondió el médico.
El cáncer de Chloe no respondía a los tratamientos, por lo que tuvo que someterse a 3 operaciones y recibir quimioterapia durante un año y medio. Fue una época muy difícil y llena de incertidumbres para la familia, que rezaba día y noche por la curación de la niña. A día de hoy, Chloe tiene 7 años y en su cuerpo ya no queda ni rastro de la enfermedad que pudo costarle la vida. Ahora va al colegio y tiene la cabeza llena de sueños, como cualquier otra niña. E, igual que ella, el doctor Levy, quien luchó por salvarle la vida, tiene otro sueño: verla un día dar el ‘sí, quiero’.
Sin embargo, el padre de Chloe tiene reservado otro papel para este médico: cederá el gran honor de acompañar a su hija al altar a la persona que le salvó la vida. “Cuando llegue ese día, creo que me jubilaré, pues ese será mi gran logro”, explicaba el médico muy emocionado en vídeo realizado por el hospital.
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