Las bodas rusas duran dos días, son divertidas y están repletas de ritos. Los rusos suelen ser muy supersticiosos y prefieren seguir los ritos tradicionales. Por ejemplo, el mes de mayo creen que puede darles mala suerte y curiosamente agosto suele ser el preferido para las bodas en Rusia. Las bodas tradicionales suelen seguir siempre el mismo ritual: el cortejo, el compromiso matrimonial, el rescate nupcial, la ceremonia, las fiestas y el banquete. El cortejo ya ha quedado obsoleto pero, según la tradición, se contrataban a unos casamenteros para que buscasen a la novia perfecta y se la recomendasen al novio. Los profesionales de Zankyou te cuentan más sobre cada etapa, ¡sigue leyendo!
© Paul Krichko
El compromiso
Una de las costumbres más antiguas es el compromiso por el que los padres del novio van a casa de la novia para pedirles permiso y llegar un acuerdo. Los padres tradicionalmente solían tomar todas las decisiones sobre el ajuar, los gastos o la celebración. Según estas costumbres, los novios no podían encontrarse cara a cara. El encuentro se tenía que llevar a cabo exclusivamente en presencia de los padres. La novia aportaba al matrimonio sus bienes y, si carecía de ellos, era una gran desgracia. Hoy en día pervive el permiso de los padres a la novia pero ya no son matrimonios arreglados. La familia del novio suele comprar los anillos de compromiso, que se pondrán en la mano derecha el día de la boda y deben ser sencillos, sin piedras preciosas.
La ceremonia
En Rusia para que una boda sea oficial hace falta firmar el acto en el centro de registros civiles denominado ZAGS. No basta con la ceremonia religiosa si deciden casarse por la iglesia. El día de la ceremonia el novio tiene que acudir a la casa de la novia para recogerla y llevarla al ZAGS. Una costumbre curiosa que pervive hoy en día es que antes de recoger a la novia, el novio tiene que afrontar el “rescate”. Este ritual representa la lucha por la conquista de su amada. La familia y los amigos de la novia inventan muchas trampas y retos divertidos que el novio debe superar para poder acceder a la novia. Las pruebas suelen ser preguntas traicioneras o pagar un “peaje” para entrar a base de dulces o bebida. Una vez superado el rescate, los novios suelen ir a la ceremonia en limusinas o coches de alta gama, símbolo de su posición social y económica, acompañados por un amigo y una amiga que son los testigos de la boda.
Además de esta ceremonia civil oficial, las parejas que lo desean pueden contraer matrimonio en la iglesia. Algunas parejas lo hacen después de la ceremonia civil y otras prefieren primero vivir juntos algún tiempo. Esta ceremonia religiosa se denomina venchaniye y no puede celebrarse cualquier día del año, existen semanas y días especiales para realizar este rito. El término proviene del nombre de las coronas que los testigos ponen sobre las cabezas de la pareja que quiere casarse con la bendición de Dios.
La fiesta
Las bodas rusas son famosas porque duran dos días seguidos en los que no falta la comida, la bebida y la diversión. Al comienzo de la fiesta los recién casados continúan siguiendo tradiciones como comer un trozo de pan llamado karavay con un poco de sal. El pan y la sal son símbolos de riqueza y prosperidad. Los invitados suelen hacer discursos de agradecimiento y a continuación se celebra la fiesta con bailes y juegos divertidos hasta la noche. Durante el banquete los invitados gritarán “amargo, amargo” para invitar a los novios a besarse en varias ocasiones y con ello atraer a la buena suerte. Cuánto más largo sea el beso, mejor saldrá la fiesta.
Texto: Carmen Fernández Etreros - Zankyou
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