Sí, sí, como lo oyes. Una de las últimas y extrañas tendencias en Japón es casarse sin marido. Muchas mujeres solteras sueñan con vestirse de novias y hacer una sesión de fotos. En realidad, seguirán solteras, pero quieren tener ese bonito recuerdo por si no encuentran marido con el que celebrar la de verdad. ¿Y quién hace posible todo eso? La agencia Cerca Travel. En su web ofrecen justo eso y lo explican así: "Eres soltera y no sabes si podrás casarte o tener una boda en un futuro cercano, pero te gustaría tener fotografías con un hermoso vestido ahora que eres joven y bella...".
¿Es esto lo que nos espera en un futuro? Bodas inventadas en las que puedes casarte tú sola. Atenta a estas fotos, verás cómo han evolucionado las bodas en un siglo.
© Gtresonline
El programa de Cerca Travel es de dos días e incluye pasar la noche en un hotel. El primer día quedan en la estación central de Kioto con un coordinador para hablar de las preferencias de cada novia. Después, el día girará en torno a la elección del vestido y las flores. Además, por un precio extra, la agencia ofrece a las "novias", diferentes menús para cenar con el guía si no quieren estar solas o un tratamiento de belleza. ¡OMG!
El segundo día toca prepararse para hacer las fotografías: maquillaje, peluquería... Cuando ya están listas, se trasladan a unos jardines donde se hará la sesión de fotos. Para finalizar, se devuelve el vestido, se desmaquilla a la "novia" y, mientras se toma un té con el fotógrafo, el estilista y el coordinador, se comprueba el resultado de la sesión de fotos. La clienta se lleva las fotografías en USB y, un mes después, recibirá un álbum en su casa.
¿El precio de todo esto? Desde 2.739 euros hasta 3.424.
No obstante, Japón no es el único país en el que se dan este tipo de bodas sin marido. En 2015, Yasmin Eleby, una mujer estadounidense, celebró su boda sin novio. En este caso, no se limitó a la sesión de fotografías. Acababa de cumplir 40 años y se había prometido que, si aún no estaba casada a esa edad, lo haría consigo misma. Y así fue. Lo celebró en el Museo de Cultura Afroamericana de Houston acompañada de amigos y familiares. Como no es legal casarse con uno mismo, la boda la ofició su hermana. Aún así, hubo diez damas de honor, tarta nupcial y baile. ¡No faltó detalle!
Y tú, ¿te atreverías a casarte sola?
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