Sentimientos, emoción a flor de piel, nervios, reencuentros entre familiares y amigos, barra libre y muchas horas de fiesta. Un cóctel así solo puede regalarnos muchos momentos geniales. Si te apetece reírte, sigue leyendo.
1. Ese alivio inevitable cuando llegan los novios
Quizá vemos demasiadas series y películas, pero cuando la novia o el novio se retrasa, a muchos se les pasa por la cabeza un plantón en el altar a lo Mr.Big a Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York. Así que, cuando los novios por fin aparecen (como suele ser lo normal), las caras de alivio de algunos invitados son para el recuerdo. ¡Por fin estamos todos!
2. Segundo alivio tras el sí quiero
¿Y si se produce un pequeño silencio tras la gran pregunta? Entonces muchos comienzan a cruzar miradas de tensión hasta que llega el esperado “Sí, quiero”. ¡Ahora sí que sí!
3. Los típicos nervios
Después de tantos meses de planificación, el gran día suele llegar con muchos nervios. Sobre todo para aquellos que tengan un papel bastante importante en la boda como las damas de honor, los padrinos o los encargados de las arras. Ese ahínco por conseguir que todo salga bien, a veces puede generar pequeños percances inesperados que casi siempre desembocarán en ataques de risa. Lo mejor es tomárselo con humor.
4. Los discursos
Durante el banquete es muy habitual que algún familiar cercano a los novios diga unas palabras. La euforia del momento puede desencadenar en discursos, cuanto menos, graciosos.
5. Grandes amigos de mesa
Uno de los mayores quebraderos de cabeza para los novios es la organización de las mesas. Pero, si todo sale bien, pueden surgir grandes amistades y momentos muy divertidos entre los miembros de la misma.
6. Momento flashmob
La forma tradicional de abrir el baile con un vals ha evolucionado de tal manera que ahora lo raro es que no haya flashmob en la boda.
Si estás seleccionando la canción, ten en cuenta estas propuestas:
7. ¡Zapatos fuera!
Tras horas bailando, los tacones que nos parecían ideales al principio del día, son nuestros peores enemigos. Por eso, no es extraño ver a alguna de las invitadas haciendo grandes esfuerzos para no quitarse los zapatos y pasar el resto de la boda descalza. ¿Un consejo? Si estás planeando tu boda y quieres que tus invitadas disfruten como nunca, pásate por Fashion Emergency Kit y regálales unas bailarinas o alpargatas.
8. Y las corbatas, también.
Después de varias horas se descubre fácilmente a aquellos que se llevan bien con las corbatas y a los que las prefieren como adorno para la cabeza.
9. El alma de la fiesta
Ese familiar o amigo al que hasta el momento tenías por una persona tímida y tranquila se convierte, de repente, en el alma de la noche. Nunca habías visto a nadie bailar así. ¡Que siga la fiesta!
10. Las últimas fotografías de la noche
El paso de las horas (y alguna que otra copa de más), se percibe a la perfección en las fotografías de tu boda. ¿Lo mejor? El antes y el después de los, inicialmente impecables, looks para el gran día.
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Texto: Elvira Sáez Saiz
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